Investigaciones muestran que más de 17 millones de personas sufren de artritis y condiciones musculoesqueléticas (MSK) en varios países. Junto con el dolor lumbar, el dolor de cuello y hombros se encuentra entre los más comunes de estos, especialmente en personas mayores.
La edad es un factor de riesgo importante para las condiciones musculoesqueléticas, simplemente debido al desgaste natural que nuestros cuerpos sufren a lo largo de la vida cotidiana. Sin embargo, aunque no podemos controlar nuestra edad, sí podemos controlar otros factores que afectan la salud del cuello y los hombros, como la postura y nuestra posición al dormir.
Si has estado experimentando dolor en el cuello o los hombros recientemente, es importante encontrar maneras de manejar tus síntomas y tratar la causa principal. Las condiciones musculoesqueléticas pueden afectar la movilidad y dificultar las actividades diarias. Como resultado, el dolor MSK se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y aislamiento social.
Dicho esto, aquí tienes cinco maneras de prevenir y manejar el dolor de cuello y hombros.

¿Qué puede causar dolor de cuello y hombros?
Existen varias causas potenciales del dolor de cuello y hombros. A continuación se mencionan algunas de las más comunes.
Condiciones de salud
Ciertas condiciones de salud, como la artritis en el cuello, el pinzamiento del hombro y la radiculopatía cervical, pueden causar dolor en el cuello y los hombros.
El dolor de hombros también puede ser el resultado de una gripe o pleuritis (inflamación alrededor de los pulmones que causa un dolor punzante en el pecho).
Artritis en el cuello
La artritis en el cuello, también conocida como espondilosis cervical, es una causa común de dolor en el cuello. De hecho, investigaciones muestran que más del 85% de las personas mayores de 60 años experimentan espondilosis cervical.
Esta condición es causada por el desgaste natural de los discos y las articulaciones en nuestro cuello con el tiempo. Además del dolor y la rigidez en el cuello, la artritis cervical también puede causar dolores de cabeza, espasmos musculares, pérdida de equilibrio y sensaciones de crujido o chasquidos en el cuello. Sin embargo, algunas personas no experimentan síntomas en absoluto.
Pinzamiento del hombro
El pinzamiento del hombro es una causa común de dolor en el hombro. Se produce cuando un tendón del hombro roza o se engancha con un tejido o hueso cercano al levantar el brazo.
Los síntomas del pinzamiento del hombro incluyen dolor en la parte superior o lateral del hombro, dolor que empeora al levantar el brazo y debilidad en el brazo.
El pinzamiento del hombro puede ser causado por una lesión, el uso excesivo del hombro (por ejemplo, debido a deportes como el tenis) y bursitis (inflamación en las bolsas de líquido que rodean las articulaciones del hombro para permitir el movimiento).
Radiculopatía cervical
La radiculopatía cervical, también conocida como nervio pinzado, ocurre cuando un nervio en el cuello se irrita.
Puede causar dolor, hormigueo, debilidad y entumecimiento que afecta principalmente el cuello, pero también puede extenderse a otras áreas, como los brazos, el pecho, los hombros y la parte superior de la espalda.
La radiculopatía cervical puede ser causada por un trauma o lesión, pero con mayor frecuencia es una condición degenerativa relacionada con la edad que afecta a las personas mayores.
Posición al dormir
Si tu cuello se queda atrapado en una posición incómoda mientras duermes o si tu columna no está alineada, esto puede poner una presión excesiva en el cuello y los hombros y causar dolor.
La calidad de tu almohada y colchón también puede afectar la salud del cuello y los hombros.
Lesiones y distensiones musculares
El dolor de cuello y hombros puede ser causado por lesiones o distensiones musculares.
Por ejemplo, el latigazo cervical, que ocurre con mayor frecuencia como resultado de una caída, un resbalón o un accidente de tráfico, puede causar dolor y rigidez en el cuello y los hombros, dolores de cabeza y dificultad para mover la cabeza.
Del mismo modo, varios músculos, incluidos el trapecio y los romboides, están conectados con el cuello y los hombros. Si estos se tensan (por ejemplo, por ejercicio), puedes experimentar dolor y rigidez en el cuello y los hombros.
Nota: Un dolor repentino e inexplicado en el cuello o los hombros puede ser una señal de un problema cardíaco. En este caso, es importante buscar atención médica urgente.
Podrías estar experimentando angina, que es un síntoma común de la enfermedad arterial coronaria, causada por el corte del suministro de sangre al corazón. El dolor de angina puede causar presión en el pecho que también se puede extender al cuello, hombros, brazos, mandíbula o espalda.
El dolor repentino e inexplicado en el cuello y los hombros también puede ser un signo de un infarto.
¿Cómo se trata el dolor de cuello y hombros?
El tratamiento para el dolor de cuello y hombros dependerá de su causa. Si el dolor es leve, es posible que puedas encontrar alivio con remedios caseros.
Sin embargo, si estás experimentando un dolor intenso, es importante hablar con un médico u otro profesional de la salud. Ellos podrán determinar la causa de tu dolor en el cuello y los hombros y aconsejarte sobre el mejor tratamiento.
Por ejemplo, las personas con un pinzamiento severo del hombro pueden necesitar inyecciones de esteroides o cirugía, mientras que aquellas con artritis cervical pueden beneficiarse de la fisioterapia.
5 maneras de manejar y prevenir el dolor de cuello y hombros
Junto con el tratamiento, hay cosas que puedes hacer para ayudar a manejar los síntomas y prevenir el dolor de cuello y hombros en el futuro.
A continuación, cubrimos algunos ejemplos.

1. Añadir estiramientos a tu rutina
Los estiramientos suaves pueden ayudar a aliviar el dolor de cuello y hombros y mejorar tu rango de movimiento.
En un estudio, estiramientos regulares durante cuatro semanas redujeron el dolor y mejoraron la función del cuello y la calidad de vida de trabajadores de oficina con dolor crónico de cuello o hombros.
Los expertos aconsejan añadir estiramientos a tu rutina gradualmente para evitar una tensión adicional.
Nota: Si tu dolor es severo o empeora con los estiramientos, es importante detenerse de inmediato y pedir cita con tu médico o con un fisioterapeuta.
2. Considera usar terapia de calor o frío
La terapia de calor y frío (por ejemplo, usando paquetes de hielo o almohadillas térmicas) ha demostrado ser un tratamiento eficaz para el dolor de cuello y hombros.
Aunque actualmente no hay evidencia que sugiera si uno es mejor que el otro, los expertos generalmente recomiendan usar hielo en lesiones recientes y calor en afecciones a largo plazo (como la artritis) o una vez que la inflamación haya disminuido.
Esto se debe a que el hielo ayuda a reducir la inflamación y limita el dolor repentino de lesiones nuevas al reducir la circulación, disminuir la hinchazón y contraer los vasos sanguíneos. Mientras tanto, el calor relaja los músculos rígidos mejorando la circulación y permitiendo que más oxígeno y nutrientes lleguen al área afectada, lo que favorece la curación.
La investigación sugiere que un enfoque combinado puede ser el más beneficioso.
3. Toma medidas para mejorar tu postura
Estar sentado o de pie en una posición encorvada durante largos períodos pone estrés sobre el cuerpo, particularmente en áreas a lo largo de la columna como las articulaciones facetarias y los discos intervertebrales. Esto puede contribuir al dolor en el cuello, los hombros y la parte baja de la espalda.
A lo largo del tiempo, una mala postura puede hacer que los músculos se adapten al alargarse o acortarse, lo que aumenta el riesgo de desequilibrios musculares y más dolor y rigidez.
4. Ajusta tus hábitos de sueño
El dolor de cuello y hombros puede dificultar un buen descanso nocturno. Algunas personas tienen problemas para encontrar comodidad, mientras que otras se despiertan por episodios de dolor.
Los expertos también han señalado que la relación entre el sueño deficiente y el dolor musculoesquelético funciona en ambas direcciones. Así como el dolor de cuello y hombros puede interrumpir el sueño, la falta de descanso puede aumentar el dolor e impactar la capacidad del cuerpo para descansar y repararse.
5. Considera si tu entorno laboral podría ser un factor contribuyente
Un estudio analizó el dolor de cuello y hombros en más de 12.000 trabajadores de 18 países diferentes.
Encontró que el dolor de cuello y hombros era más común en trabajos que comprometían la postura de las personas, requerían que manipularan objetos pesados manualmente, o donde pasaban largos períodos sentados frente a un ordenador.
Si sospechas que tu trabajo está contribuyendo al dolor de cuello y hombros, vale la pena considerar qué pasos podrías tomar para mejorar la situación. Por ejemplo, los agarres del volante pueden ayudar a los conductores a relajar la presión y minimizar la tensión en el cuello y hombros, mientras que ajustar las estaciones de trabajo a la altura de los ojos puede ser útil para aquellos que pasan mucho tiempo de pie o en una oficina.
Pensamientos finales…
El dolor de cuello y hombros es uno de los problemas musculoesqueléticos más comunes. Además de causar dolor y malestar, puede afectar la movilidad e impactar la calidad de vida.
Afortunadamente, existen cosas que puedes hacer para ayudar, ya sea ajustando tu rutina nocturna o mejorando tu postura.