El cuidado puede ser un tema difícil de discutir con los seres queridos. No es raro que quienes necesitan atención lo asocien con una pérdida de independencia o incluso lo vean como un fracaso, lo que puede provocar estrés u otras emociones intensas.
Esto significa que las conversaciones sobre el cuidado a menudo se benefician de la sensibilidad, la paciencia y la cooperación, así como de un esfuerzo consciente para ayudar a los seres queridos a ver los muchos beneficios de recibir atención.
Naturalmente, esto no siempre es sencillo. Por ello, para intentar facilitar un poco las cosas, hemos recopilado siete ideas en las que pensar al hablar con un ser querido sobre el cuidado. Esperamos que las encuentres útiles.
Piensa en qué tipo de cuidado puede beneficiarlo
Puede que no tarde mucho en llegar a la conclusión de que un ser querido necesita cuidado. Por ejemplo, si ya no puede llevar a cabo las tareas diarias por sí mismo, si tienes preocupaciones sobre su seguridad o si está regresando a casa después de una estancia prolongada en el hospital.
Sin embargo, decidir el tipo de cuidado necesario puede llevar más tiempo y consideración. Existen varias clases de atención, y cada una será más adecuada para necesidades y situaciones particulares. Por ejemplo, el cuidado a domicilio, que implica visitas diarias de un profesional. Ello puede ser ideal para personas que ya no pueden realizar tareas diarias por sí solas pero desean permanecer en casa. Mientras que, para alguien que vive con demencia, el cuidado 24/7, como el que se ofrece en un centro de atención residencial, puede ser más apropiado.
Con tantas opciones disponibles, vale la pena tomarse el tiempo para pensar cuál se ajusta mejor a las necesidades de tu ser querido. Hacer esta investigación antes de abrir una conversación sobre el cuidado puede ayudar a que todo fluya más suavemente.
Considera comenzar a tratar el tema de antemano
La transición de vivir de forma independiente a aceptar y organizar el cuidado suele ser un proceso gradual, que requiere más de una discusión. Teniendo esto en cuenta, hay varios beneficios en comenzar las conversaciones pronto.
En primer lugar, introducir la idea del cuidado y permitir que se asiente puede dar a tu ser querido un tiempo valioso para considerar, y quizás aceptar, la idea de recibir atención sin la presión añadida. También puede quitar algo del shock, cuando necesites discutir el tema de manera más formal en una fecha posterior.
Otro beneficio de discutir el cuidado temprano es que las conversaciones son más hipotéticas, lo que puede quitar algo de la carga emocional, ayudando a todos los involucrados a ver las situaciones de manera más objetiva, sin una fuerte influencia emocional.
Por ejemplo, si en este momento te preguntaran si aceptarías cuidado más adelante en la vida para ayudar con las cosas que ya no podrías hacer por ti mismo, podemos esperar que la mayoría de nosotros respondería con un rotundo sí, porque es la respuesta más práctica.
De la misma manera, discutir la idea del cuidado con un ser querido lo antes posible puede a veces animarle a considerar las cuestiones prácticas junto a cualquier emoción que pueda surgir más adelante.
Si bien estos beneficios pueden resultar en conversaciones futuras más productivas sobre el cuidado, sigue siendo importante abordar el tema con sensibilidad, y encontrar un equilibrio entre mantener conversaciones abiertas y honestas con los seres queridos, mientras se les permite suficiente espacio para procesar las cosas.
Tómate un tiempo para pensar en la situación desde la perspectiva de tu ser querido
Las conversaciones sobre el cuidado pueden ser difíciles y emocionales. Esto se debe a que muchas personas asocian necesitar atención con una pérdida de independencia y pueden sentirse molestas o incluso avergonzadas por no poder hacer todas las cosas que solían hacer. Para aquellos que han sido independientes durante toda su vida, esto puede ser particularmente difícil o doloroso de aceptar.
Es fácil querer abordar el tema del cuidado desde una perspectiva puramente práctica, especialmente cuando sólo queremos lo mejor para un ser querido. Pero, intenta recordar que para la persona que necesita atención, puede ser un momento mentalmente desafiante.
Vale la pena tomarse el tiempo para entender y apreciar las cosas desde la perspectiva de tu ser querido y ponerte en su lugar. Esto puede ayudarte a acercarte a ellos con mayor empatía, paciencia y sensibilidad, especialmente cuando las conversaciones se vuelven difíciles o frustrantes.
Piensa en el momento y lugar de tu conversación
Cuando llegue el momento de discutir las opciones de cuidado de manera adecuada, es importante hablar en un entorno en el que tu ser querido se sienta cómodo y donde ambos estén relajados. Esto hará que sea más fácil para cada uno comunicarse abierta y honestamente, sin preocuparse por distracciones o personas que escuchen.
Por ejemplo, discutir el cuidado en un entorno privado y familiar, como tu hogar, es más probable que invite a la honestidad y vulnerabilidad que un café lleno de gente.
Otra cosa a considerar es el momento. Permitir tiempo suficiente para las conversaciones es clave, así que es mejor evitar mencionar el cuidado al final de una visita o conversación telefónica, y, en su lugar, anticipar que la conversación podría ser larga.
También vale la pena considerar el estado de ánimo de tu ser querido en el momento en que planeas tener la conversación. Siempre que sea posible, intenta mencionarlo en un momento en que se sienta más positivo. Si está teniendo un mal día o tiene otras preocupaciones en mente, podría ser beneficioso esperar.
Dicho esto, intenta no pensar demasiado en el momento de tu conversación. Todos son diferentes y, mientras que un enfoque puede funcionar para algunos, para otros puede que no sea el adecuado; por lo que es importante confiar en tu propio juicio e intuición. Recuerda, conoces a tu ser querido y probablemente podrás tener una sensación natural de cuándo es un buen momento para hablar con él sobre el cuidado.
Prepárate para respuestas difíciles
Mientras que todos esperan una conversación simple y directa sobre el cuidado, no siempre es así. Algunas personas pueden negarse a aceptar que necesitan ayuda, insistir en que pueden manejarse solas o, en algunos casos, incluso negarse a hablar del tema en absoluto.
Aunque esto puede ser difícil, es importante recordar que estas reacciones son completamente normales porque, como se mencionó anteriormente, el cuidado puede ser un tema sensible. Dicho esto, hay algunas cosas que puedes hacer para intentar alcanzar un resultado positivo.
Lo más importante es recordar a tu ser querido desde el principio que quieres hacer lo que es mejor para él, y que el cuidado podría ayudar a facilitar su vida. También puede resultar útil discutir y resaltar de manera sensible cómo el cuidado podría ayudarles, con la esperanza de hacer evidente la realidad de su situación actual.
Sin embargo, si en algún momento te sientes abrumado, no dudes en dar un paso atrás y buscar consejo de un profesional. A veces, puede ayudar a las personas a comprender que necesitan apoyo.
Habla positivamente
Si bien aceptar el cuidado a veces se ve como algo negativo, la verdad es que también puede ser una experiencia increíblemente positiva, y en muchos casos, ofrecer a las personas una nueva oportunidad de vida. Hablar sobre algunos de los aspectos positivos y beneficios con tu ser querido puede ayudarle a desarrollar una nueva perspectiva e incluso a sentirse emocionado ante la posibilidad de lo que podría traer.
Por ejemplo, se ha demostrado que las personas mayores que viven solas son algunas de las más solitarias, con más de un millón de adultos mayores informando que se sienten solos a menudo o todo el tiempo. Aparte de la ayuda práctica, en muchos casos, el cuidado también puede proporcionar compañía. En el hogar, en particular, ha demostrado reducir significativamente los sentimientos de soledad y mejorar el bienestar físico, mental y emocional.
Cuando se trata de temer una pérdida de independencia, también puede ser útil recordar a tu ser querido que el cuidado no necesariamente significa tener que abandonar su hogar. Por ejemplo, opciones en el hogar, la atención diurna y/o nocturna están todas centradas en casa. Y, en muchos casos, las personas descubren que el cuidado realmente les ayuda a recuperar un nivel de independencia.
Mantén a tu ser querido involucrado
Todos quieren poder tomar sus propias decisiones sobre dónde vivir y qué tipo de cuidado recibirán, y esta preferencia no cambia con la edad. Por lo tanto, es importante hacer que se sienta lo más involucrado posible.
Puede ser fácil entrar en modo organizativo y querer resolver todo tú mismo en lo que respecta al plan de atención de un ser querido. Pero es importante que desempeñe tanto papel en el proceso de toma de decisiones como desee. Incluso en circunstancias en las que tendrás que organizar el cuidado tú mismo, esto sigue siendo importante.
Sentirse comprendido y escuchado también puede ayudar a gestionar la pérdida de independencia y control que tu ser querido puede estar experimentando.
Conclusiones
El cuidado es un tema sensible para muchas personas, lo que a veces puede dificultar la conversación.
Sin embargo, tomarse el tiempo para planificar con antelación, iniciar las conversaciones temprano y abordar las situaciones con paciencia y empatía puede ayudar a que sea un poco más fácil. De hecho, es posible que las conversaciones que tengas puedan ser el comienzo de un emocionante nuevo capítulo para tu ser querido.