El actual panorama económico, marcado por el endurecimiento de las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) para frenar la inflación, ha impactado directamente en las condiciones de los préstamos personales. Tras la reciente subida de tipos de interés, los expertos prevén nuevos incrementos, lo que podría encarecer aún más estos productos financieros. Si estás considerando solicitar un préstamo, es fundamental analizar cuidadosamente las opciones para evitar sobre endeudarte. Aquí te dejamos algunas claves importantes.
Comprender la Tasa anual equivalente y el tipo de interés nominal: ¿Qué son y por qué importan?
Cuando se anuncia un préstamo personal, suelen incluirse dos indicadores clave: el tipo de interés nominal (TIN) y la tasa anual equivalente (TAE). Aunque ambos son relevantes, esta última ofrece una visión más realista del coste total del crédito, ya que incluye no solo los intereses, sino también otros gastos asociados, como comisiones o seguros vinculados.
Por ejemplo, un préstamo con un tipo de interés nominal bajo podría resultar más caro si su tasa anual equivalente es elevada debido a costes adicionales. Para ilustrarlo, imagina dos préstamos de 10.000 euros a cinco años: el primero tiene un tipo de interés nominal del 6% y una tasa anual equivalente del 8,47%, mientras que el segundo presenta un tipo de interés nominal del 8% y una tasa anual equivalente del 8,30%. Aunque el tipo de interés nominal del primer préstamo es menor, las comisiones elevadas lo encarecen más que el segundo. Por eso, antes de elegir, asegúrate de comparar ambos indicadores y calcular el coste total.
No excedas el límite del 35% de tus ingresos
Una regla fundamental para mantener unas finanzas saludables es no destinar más del 35% de tus ingresos netos mensuales al pago de deudas. Este porcentaje incluye la suma de las cuotas de todos los préstamos activos, incluidas hipotecas y tarjetas de crédito. Respetar este límite te permitirá afrontar imprevistos sin poner en peligro tu estabilidad económica.
Por ejemplo, si tus ingresos netos mensuales son de 1.500 euros, no deberías destinar más de 525 euros (el 35%) al pago de todas tus deudas. Este enfoque no solo asegura un nivel de endeudamiento manejable, sino que también permite planificar mejor tus finanzas a largo plazo.
Comparar es la clave para ahorrar
Aunque lo habitual sea recurrir al banco de confianza, esto no siempre garantiza las mejores condiciones. Muchas entidades financieras ofrecen productos más competitivos, especialmente a través de plataformas online, que suelen eliminar gastos adicionales como comisiones. Por tanto, antes de tomar una decisión, compara las opciones disponibles y evalúa cuál se adapta mejor a tus necesidades y capacidad de pago.
En resumen, antes de contratar un préstamo, analiza cuidadosamente los indicadores financieros, calcula tu capacidad de endeudamiento y compara varias opciones. Con una planificación adecuada, podrás financiar tus proyectos personales sin comprometer tu estabilidad económica.