El currículum vitae es a menudo nuestra carta de presentación en un proceso de selección. Aunque hay muchas recomendaciones sobre cómo redactarlo, qué formato usar o qué errores evitar, a veces basta con hacer pequeños ajustes para mejorar nuestras posibilidades de ser seleccionados. Si tienes más de 50 años, no dejes que la edad sea un obstáculo. Aquí te damos algunos consejos para que tu currículum vitae destaque y llegue a los reclutadores, demostrando que la experiencia es un valor añadido, no un inconveniente.
1. Formato adecuado para un currículum vitae de más de 50 años
Número de currículums: Cada oferta de empleo requiere un currículum vitae adaptado. Personaliza tu documento según las características del puesto para el que te postulas.
Extensión: Limítate a una página. No hace falta extenderse demasiado, ya que los reclutadores suelen dedicar poco tiempo a revisar cada currículum vitae.
Tipografía: Utiliza una fuente clara y fácil de leer, que se vea bien en cualquier dispositivo (por ejemplo, Arial, Helvetica, Calibri o Garamond).
Estilo de redacción: Opta por frases breves y directas. Incluye palabras clave relacionadas con la oferta, esto ayudará a que tu currículum vitae resalte entre los demás.
2. Estructura recomendada para tu currículum vitae
Información básica: Asegúrate de incluir datos clave para que el reclutador pueda contactarte sin problemas. Esto incluye tu nombre, apellidos, correo electrónico, teléfono y, si el puesto es presencial, tu lugar de residencia.
Experiencia profesional: Detalla los trabajos más relevantes, sin necesidad de seguir un orden cronológico. Resalta aquellos que tienen más relación con el puesto que solicitas. En lugar de listar fechas, menciona la duración de cada puesto en años.
Formación: Organiza tus estudios por categorías y resalta aquellos que se ajusten más a la oferta. Evita incluir formación que no aporte valor al puesto o que no esté relacionada con el sector.
3. Estilo del contenido para un currículum vitae de más de 50 años
Diferenciación: No te centres en tareas rutinarias que no aporten valor. Si tienes ejemplos tangibles de tu trabajo, como proyectos o resultados destacados, inclúyelos de forma breve y clara.
Habilidades blandas: No olvides mencionar aquellas habilidades que te definen, como liderazgo, comunicación o capacidad de resolución de problemas. A medida que sumamos experiencia, este tipo de competencias se fortalecen y son muy valoradas.
Habilidades técnicas: Incluye en tu currículum vitae las competencias técnicas que dominas, especialmente si están alineadas con lo que requiere la oferta de empleo.
Palabras clave: Los reclutadores y los sistemas de selección automatizados utilizan palabras clave para identificar a los candidatos adecuados. Asegúrate de que tu currículum vitae incluya términos relacionados con la oferta de trabajo, ya que esto aumentará tus posibilidades de ser seleccionado.
4. Crea un currículum vitae adaptado a las necesidades del mercado
Para que tu currículum vitae refleje de manera precisa tu perfil profesional, es fundamental hacer un autodiagnóstico. Tómate el tiempo necesario para identificar y resaltar tus competencias y habilidades. Al tener claro lo que puedes aportar, podrás adaptar tu currículum de forma más eficaz.
Además, existen herramientas y plantillas que pueden ayudarte a crear un currículum vitae más atractivo y adecuado al mercado laboral actual. Utiliza estos recursos para asegurarte de que tu presentación destaque entre las demás.