Muchas personas han tenido que adaptarse a una reducción de ingresos en algún momento de sus vidas, ya sea porque su jornada laboral se ha reducido o porque han perdido su empleo.
Aunque es fácil sentirse abrumado cuando estás sin trabajo o tus ingresos han disminuido, es crucial dar los primeros pasos para recuperar el control, entender tu situación y elaborar un plan para avanzar. A continuación, encontrarás consejos útiles para gestionar tu presupuesto y enfrentar una reducción de ingresos.
Haz una lista de tus gastos esenciales
Comienza dejando de lado los costes adicionales y enfócate en hacer una lista de tus gastos mensuales esenciales, es decir, aquellos que afectan directamente el techo sobre tu cabeza si no se pagan. Estos incluyen la hipoteca o el alquiler, los impuestos municipales y las facturas de servicios básicos. También debes calcular cuánto necesitas para cubrir otros gastos esenciales como seguros, alimentos y ropa. Dar prioridad a estos costes en tu presupuesto puede ayudarte a reducir el estrés financiero.
Si crees que será difícil mantener un presupuesto estricto, una buena idea podría ser abrir una cuenta bancaria separada para tus gastos esenciales. De este modo, podrás resistir la tentación de usar ese dinero en costes no esenciales. Consulta a tu banco para obtener asesoramiento sobre cómo gestionar tus cuentas; puedes hacerlo a través de su página web o servicio de atención al cliente.
Identifica áreas donde puedas recortar gastos
Tras anotar tus gastos esenciales, revisa las áreas donde podrías reducir gastos. Aunque situaciones como los confinamientos recientes pueden haber disminuido naturalmente tus gastos no esenciales, como salir a comer fuera o ir de compras, seguramente encontrarás más áreas donde ahorrar. Esto podría incluir poner en pausa suscripciones a revistas o servicios de entretenimiento, o simplemente eliminar artículos no esenciales de tu lista de la compra semanal.
Pregúntate, por ejemplo, si podrías cambiar productos de marcas caras por las marcas propias del supermercado, o incluso por opciones caseras. También revisa si estás pagando de más por tu tarifa de móvil o internet. Si tu contrato ha vencido, probablemente estés pagando un precio más alto del necesario.
En cuanto a tus hábitos de compra, planificar un menú semanal y hacer una lista detallada antes de ir al supermercado puede ayudarte a evitar gastos innecesarios. Comprar con un plan claro reduce significativamente la probabilidad de gastar de más en compras impulsivas.
Si tienes ingresos irregulares
Tener ingresos variables o poco fiables puede complicar la gestión del presupuesto, ya que es tentador planificar como si cada mes fuera bueno. Para evitar problemas en los meses más difíciles, lo más seguro es basar tu presupuesto en el ingreso más bajo que esperas recibir. Así, siempre podrás cubrir tus costes esenciales y disfrutar de un ingreso extra si tienes un mes mejor.
Además, considera los periodos del año en los que tus gastos puedan aumentar naturalmente, como las Navidades, cumpleaños u otras fechas en las que vencen facturas anuales. Planificar con antelación puede ayudarte a gestionar mejor estas variaciones.
Si sigues teniendo problemas...
Si, a pesar de hacer un presupuesto, tus gastos esenciales superan tus ingresos, explora formas de aumentar tus ingresos mensuales o considera si puedes pausar algunos gastos mientras te estabilizas.
Consulta si tienes derecho a ayudas financieras.
Si tus ingresos han disminuido, podrías ser elegible para algún tipo de apoyo gubernamental. Infórmate sobre los beneficios disponibles y cómo solicitarlos. Algunas ayudas pueden incluir prestaciones por desempleo o apoyos específicos si tienes una discapacidad o condición médica que limita tu capacidad de trabajo.
Solicita ayuda con tus facturas
Si tienes problemas para pagar tus facturas, no dudes en contactar a las empresas implicadas lo antes posible. Muchas ofrecen opciones para pausar pagos o ajustar las cuotas mensuales temporalmente. Hablar con ellas puede ayudarte a evitar cargos adicionales y a encontrar una solución más manejable.
Gestionar tus finanzas en tiempos de reducción de ingresos puede ser un desafío, pero con planificación y acción temprana, puedes aliviar el impacto y tomar el control de tu situación económica.