Una de las cuestiones habituales al planificar un viaje es determinar el instante adecuado para adquirir una póliza que ofrezca la cobertura necesaria. Saber cuándo formalizar este trámite resulta clave para aprovechar al máximo los beneficios que proporciona el seguro.
En general, se recomienda contratar el seguro de viaje en el mismo momento en que se efectúa la primera reserva, ya sea del transporte, el alojamiento, una actividad o cualquier otro elemento que confirme la realización del viaje. De este modo, se garantiza que cualquier eventualidad que surja antes de comenzar la aventura esté cubierta, evitando así imprevistos.
Una de las coberturas más útiles de estas pólizas es la protección ante cancelaciones, que permite recuperar los gastos invertidos en caso de que, por motivos justificados, el viaje no pueda llevarse a cabo. Sin embargo, antes de firmar el contrato del seguro, es esencial comprobar el periodo de carencia estipulado, es decir, el tiempo que debe transcurrir desde su contratación hasta que todas las coberturas estén plenamente activas.
Si tras realizar la primera reserva se añaden nuevos servicios o actividades al plan del viaje, no supone un problema. El seguro puede adaptarse a las necesidades que vayan surgiendo, incluyendo ajustes en el capital asegurado. Eso sí, es importante recordar que el coste total del viaje no debe superar el límite contratado.
¿Con qué antelación conviene contratarlo?
Otra posibilidad es contratar un seguro de viaje poco antes de la fecha de salida, incluso hasta el día anterior. En este caso, cualquier incidente ocurrido antes de esa contratación no estará cubierto por la póliza. Esta modalidad se centra principalmente en garantizar asistencia durante el viaje, como atención médica, pérdidas de equipaje, retrasos o cancelaciones de vuelos, y accidentes personales, entre otros.
Para tomar la mejor decisión, es recomendable analizar los posibles contratiempos que podrían surgir desde la planificación inicial hasta el inicio del viaje. Dado que la mayoría de las personas organizan sus vacaciones con antelación, resulta más prudente optar por una póliza que entre en vigor desde el momento en que se realiza la primera reserva. Así se asegura una cobertura completa frente a cualquier eventualidad desde el primer instante.