El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) aumentó un 5% en 2024, superando la inflación media del año anterior (3,6%), pero aún no habría alcanzado el 60% del salario medio, según los datos de Eurostat. En los últimos meses de 2024, el Gobierno comenzará las negociaciones para determinar el aumento del SMI para 2025. Este ajuste se regula mediante un real decreto del Ministerio de Trabajo, lo que no requiere pasar por el proceso parlamentario. Este año, como en ocasiones anteriores, la discusión se centrará en si el SMI ha logrado alcanzar el 60% del salario medio neto, como lo recomienda el Comité Europeo de Derechos Sociales (CEDS) en su interpretación de la Carta Social Europea, ratificada por España en 2021.
La relación entre el crecimiento salarial y la inflación
Las opiniones del Gobierno y de los agentes sociales sobre este tema definirán la referencia para actualizar el SMI. Si se sigue la recomendación del CEDS, el aumento debería ajustarse al crecimiento de los salarios en general, que ha sido mayor que el de los precios. Según el Índice de Precios al Consumo (IPC), la inflación media en los primeros ocho meses de 2024 fue del 3,1%, y se espera que la inflación final del año sea inferior al 3%. En comparación, el coste salarial por trabajador creció un 3,7% en el primer trimestre de 2024, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL).
Desafíos en la recopilación de datos salariales
El próximo informe de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral , publicado el mes de septiembre, es el utilizado en las discusiones sobre el SMI. Se espera que los datos de salarios continúen superando la inflación y las subidas pactadas en convenios, que se han situado en un 3% hasta agosto. Sin embargo, estos datos no son del todo representativos, ya que la encuesta mencionada no incluye al sector agrícola y no refleja las subidas salariales individuales o las variaciones que se producen cuando un trabajador cambia de empresa o sector. Los datos definitivos sobre los salarios, como los de la Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE), se publican con un retraso de más de dos años, lo que dificulta la toma de decisiones sobre el SMI.
Propuestas para Aumentar el SMI
Los sindicatos ya adelantaron que propondrán una subida del SMI en 2025 acorde con la evolución del resto de los salarios. Este aumento está impulsado por el crecimiento de empleo en sectores con mayor valor añadido, como los relacionados con la digitalización y las profesiones técnicas, lo que está contribuyendo a una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores.
El futuro de la actualización del SMI en Europa
El SMI en España ha aumentado un 54% entre 2018 y 2024, pero el Gobierno no ha seguido un sistema uniforme para su actualización. Cada año se negocian los aumentos con los agentes sociales y dentro del propio Ejecutivo. En 2024, el incremento fue del 5%, basado en los datos del INE y la ETCL, aunque no se convocó a la comisión de expertos, que había propuesto un incremento del 8% en 2023 según el IPC y un cálculo más complejo que consideraba varias estadísticas salariales.
A partir de este año, y como máximo en 2025, el método de actualización debería cambiar debido a la directiva europea de salarios mínimos, que fue aprobada en 2022 y debe ser transpuesta a la legislación española antes del 15 de noviembre de 2024. Esta normativa obliga a España a abandonar los criterios cambiantes y a establecer de forma permanente la comisión de expertos. Según la directiva, los Estados miembros deben elegir indicadores internacionales o nacionales para calcular las subidas del SMI y crear órganos consultivos para asesorar al Gobierno.
El SMI en Europa: un panorama diverso
En Europa, cinco países aún no tienen un salario mínimo (Dinamarca, Italia, Austria, Finlandia y Suecia), aunque deberán implementarlo para cumplir con la directiva europea. Además, según los últimos datos de Eurostat, ningún país alcanza la equivalencia del 60% del salario medio. En 2023, el país que más se acercó fue Eslovenia, con un SMI equivalente al 55,7% del salario medio, seguido por Portugal (54,7%), España (54,1%) y Luxemburgo (49,9%).
En 2024, el SMI en España es de 15.120 euros brutos al año, lo que coloca al país como el séptimo con el salario mínimo más alto de la UE, por detrás de Alemania y Francia. No obstante, si se tiene en cuenta el poder adquisitivo, España ocupa el octavo puesto. En los últimos años, muchos países han incrementado la brecha entre el salario mínimo y el salario medio, a diferencia de lo que ha ocurrido en España, donde el SMI se acerca cada vez más al 60% del salario medio.