Cuidar de un ser querido o un familiar puede ser un gran desafío, ya sea porque asumes el cuidado directo o porque te aseguras de que reciba el apoyo profesional necesario.
Una de las cuestiones que puede surgir durante este proceso, y que a menudo se pasa por alto, es cómo gestionar las finanzas de la persona que necesita cuidado. Esto puede incluir desde ayudarles a organizar cómo pagar los cuidados, gestionar el pago de sus facturas si los cuidas tú mismo, o determinar la mejor manera de proporcionar dinero a un cuidador interno para que compre alimentos o artículos necesarios.
Por suerte, hay algunos pasos que puedes seguir para facilitar la situación, los cuales detallamos a continuación.
1. Establecer un mandato de terceros
La mayoría de los bancos permiten crear un mandato de terceros o acceso para terceros. Este acuerdo otorga a una persona el acceso a la cuenta bancaria de quien necesita cuidados para realizar transacciones básicas.
La persona titular de la cuenta debe tener plena capacidad mental para otorgar un mandato de terceros. Es decir, debe entender lo que está haciendo y consentir el acceso. Además, puede establecer limitaciones sobre lo que se puede hacer con su cuenta. En general, este tipo de mandatos permite:
Retirar una cantidad limitada de dinero al día.
Ingresar dinero en la cuenta.
Pagar facturas o cheques (algunos bancos pueden requerir que esto se haga en persona).
Transferir dinero entre cuentas del mismo banco, siempre que estén solo a nombre del titular.
Sin embargo, un mandato de terceros no permite:
Configurar órdenes permanentes o domiciliaciones.
Cerrar cuentas ni abrir nuevas.
Cambiar datos personales (dirección, número de teléfono, etc.).
Solicitar préstamos, descubiertos o tarjetas de crédito.
Transferir dinero a cuentas de otras personas o de otros bancos.
En algunos casos, los bancos sólo permiten que este mandato esté vigente durante un período limitado, después del cual podrían sugerir tramitar un poder notarial. Aun así, es una buena opción mientras se gestiona la aprobación de este último, ya que puede ser un proceso largo.
¿Cómo se establece un mandato de terceros?
El proceso suele ser sencillo. Se pueden obtener los formularios en la sucursal bancaria o descargarlos desde la página web del banco. Es necesario presentar identificación y un comprobante de dirección.
Si la persona tiene cuentas en varios bancos, es posible que necesite establecer mandatos por separado en cada uno o consolidar sus finanzas en un solo banco para simplificar.
2. Abrir una cuenta conjunta
Una cuenta conjunta puede ser una solución cómoda si necesitas un mayor control sobre las finanzas de la persona que estás cuidando.
Esto no implica que deban transferir todos sus fondos a esta cuenta. Podrían mantenerla como secundaria y transferir un importe mensual desde su cuenta principal.
Es importante asegurarse de que la persona con la que se comparte la cuenta sea de absoluta confianza, ya que ambos tendrán control igualitario sobre el dinero.
Cabe recordar que, si la cuenta entra en números rojos, ambos serán responsables de saldar esa deuda.
3. Usar una tarjeta prepago
Si la persona cuenta con un cuidador interno, podría ser útil que este tenga acceso limitado a las finanzas para realizar compras, como alimentos o medicamentos.
En este caso, la persona cuidada puede configurar una tarjeta prepago con su banco, cargar una cantidad determinada y entregársela al cuidador para su uso. Sin embargo, conviene revisar que la tarjeta no tenga comisiones por cada uso.
4. Crear un poder notarial
Para llevar a cabo ciertos trámites bancarios en representación de otra persona, es imprescindible contar con un poder notarial que especifique las facultades que se delegan. Este requisito es similar al que se aplica en otros contextos legales.
Por ello, las entidades bancarias pueden exigir este documento si deseas autorizar a alguien de confianza para realizar gestiones como cobrar un cheque nominativo en nombre de un tercero que se encuentra en el extranjero, abrir o cerrar una cuenta bancaria, o gestionar asuntos relacionados con una testamentaría en el banco.
El poder notarial debe formalizarse ante un notario y detallar con claridad las facultades otorgadas, así como las posibles limitaciones, tanto operativas como cuantitativas, que decidas establecer para tu representante.
Una vez entregado el poder, el banco procederá a realizar su análisis, con el objetivo de confirmar la identidad de la persona autorizada y las facultades que le has concedido. Este proceso podría estar sujeto al cobro de una comisión por parte de la entidad bancaria.
Este procedimiento garantiza que tú hayas sido correctamente identificado, reduciendo el riesgo de que personas no autorizadas actúen en tu nombre, mientras que el banco obtiene la certeza de que las operaciones realizadas cumplen con las normativas y pueden justificarse adecuadamente.
5. Mantente alerta ante posibles estafas
Es fundamental estar informado sobre las estafas más comunes, ya que las personas vulnerables suelen ser objetivos frecuentes.
Asegúrate de que la persona que cuidas reconozca mensajes sospechosos, como textos que parecen urgir acciones inmediatas o emails que soliciten información sensible.
Es vital ser precavidos y no proporcionar información personal ni financiera a desconocidos.