Si alguna vez has admirado una hermosa caligrafía y has deseado poder recrearla tú mismo, no estás solo. Es un arte milenario que se practica en Europa desde el año 600 a.C., y sigue siendo muy popular en la actualidad. Se centra en letras y símbolos, y en su forma más básica, consiste en escribir utilizando letras artísticas con trazos gruesos y delgados.
Aprender caligrafía es relajante, gratificante y meditativo, y al igual que la pintura, no necesitas ser bueno dibujando para aprender.
Si buscas inspiración para un regalo, o quieres dejar una impresión duradera con una nota escrita a mano de forma elegante, aquí tienes seis consejos para comenzar tu camino en la caligrafía.
1. Empieza desde el principio
Cuando te emociona algo, es natural querer lanzarse de lleno. Si tienes ganas de crear tus propias invitaciones o escribir cartas bonitas a mano, es tentador saltarse las partes "aburridas" una vez que has comprado tus herramientas y lanzarte directamente a tu proyecto.
Aunque empezar desde el principio puede parecer un consejo obvio, te sorprendería saber cuántos principiantes de la caligrafía se saltan los fundamentos y luego se sienten decepcionados cuando sus intentos no se ven como esperaban. Para aprender lo básico de la caligrafía, es mejor comenzar practicando los trazos, incluso antes de haber comprado tus herramientas de caligrafía. Puedes utilizar un bolígrafo y papel normal para esto.
Las letras en caligrafía se componen de trazos. Hay descendentes (cuando el bolígrafo o pincel baja) y ascendentes (cuando sube). Practicar los trazos de las letras se conoce como un ejercicio de caligrafía, y dedicar tiempo a practicar estos ejercicios repetidamente antes de intentar escribir letras o palabras te será de gran ayuda.
Puede parecer un poco monótono, pero dominar los trazos individuales te ayudará a dominar el arte de la caligrafía en su conjunto. Cuanto más fluidos y naturales sean tus trazos, mejor se verá tu escritura.
Existen varias maneras de practicar los ejercicios de caligrafía. Puedes ver tutoriales en línea y tratar de recrearlos por ti mismo. También puedes descargar ejercicios imprimibles gratuitos y copiar los trazos indicados.
2. Consigue los suministros adecuados
Aunque está bien practicar los ejercicios de caligrafía usando un bolígrafo o lápiz, cuando estés listo para dar el siguiente paso, es importante tener las herramientas correctas. Si estás empezando o no estás seguro de si es para ti, puede parecer sensato comprar materiales más baratos, pero debes tener en cuenta que no todas las herramientas de caligrafía son iguales.
Si utilizas herramientas de mala calidad, tus letras podrían no salir como esperas, lo que podría desanimarte o hacerte pensar erróneamente que no tienes talento para este arte.
Si eres principiante, no necesitas comprar todas las herramientas, pero algunos de los básicos que querrás tener a mano son:
Plumillas: Elegir la plumilla correcta es crucial cuando estás empezando. Existen varios estilos de caligrafía, pero la moderna es el estilo recomendado para principiantes, y para este estilo, necesitas una plumilla puntiaguda. Las recomendadas suelen ser aquellas que son firmes y tienen el nivel de flexibilidad adecuado.
Portaplumas: Una vez que tengas la plumilla, necesitarás un portaplumas. Hay dos tipos: recto y oblicuo. El que elijas depende de lo que te resulte más cómodo, pero generalmente, los portaplumas rectos son más fáciles de controlar cuando eres nuevo en la caligrafía.
Tinta: Debe ser rica y opaca. Si es muy espesa o líquida, será más difícil ser preciso con los trazos. El negro es siempre el color más utilizado.
Papel: Elegir el papel adecuado es una parte importante y a menudo pasada por alto al comprar suministros de caligrafía. El papel liso es ideal, ya que permite que el bolígrafo se deslice sin esfuerzo.
3. Practica tu técnica
Incluso después de haber aprendido a sujetar el bolígrafo cómodamente y cuándo mojarlo en tinta, puede que descubras que tus letras aún no salen como esperabas. Esto es completamente normal para los principiantes.
El mejor consejo para cualquier persona que empiece con la caligrafía es practicar, ¡mucho! Cuanto más practiques, más natural te parecerá la caligrafía. La memoria muscular desempeña un papel importante aquí, y aunque al principio escribir letras pueda parecer lento, pronto empezarás a coger el ritmo y la presión adecuada.
Cuánto practiques depende de ti, pero si deseas progresar rápidamente, trata de practicar al menos 45 minutos, dos veces por semana. Puedes encontrar una gran cantidad de tutoriales en línea que te ayudarán a mejorar tu técnica.
4. Encuentra tu inspiración
A medida que sigas aprendiendo y desarrollando tus habilidades, es útil mantenerte inspirado. Dominar la caligrafía puede llevar tiempo, y no es raro que los principiantes se sientan desanimados a veces.
Existen grupos en redes sociales donde puedes ver el trabajo de otros, compartir el tuyo y recibir consejos y sugerencias. También es recomendable buscar inspiración visual para mantener la motivación, recordando que con la práctica lograrás crear tus propios diseños.
5. No te compares con los demás
Aunque mirar el trabajo de otros es una excelente forma de inspirarte, es importante no compararte con otros calígrafos. Las redes sociales suelen mostrar solo lo mejor de lo mejor, y las personas tienden a compartir solo sus creaciones más logradas.
Este es el comienzo de tu viaje en la caligrafía, así que no lo compares con el final del viaje de otra persona.
6. Usa tus habilidades
No tienes que ser un experto calígrafo para darle buen uso a tus habilidades. Pensar en formas creativas de utilizar lo que has aprendido es una excelente manera de mantenerte motivado.
Por ejemplo, podrías escribir tus letras de canciones favoritas o frases motivacionales y enmarcarlas, o hacer tarjetas de felicitación a mano para regalar a tus seres queridos. Además, podrías decorar sobres con caligrafía para sorprender a quien los reciba.
Conclusión...
En nuestras vidas cada vez más digitales, hay algo especial en el toque personal que ofrece la caligrafía. Dedicarse a aprender este arte no solo proporciona una distracción del ajetreo diario, sino que también te permite crear algo hermoso.