¿Estás contenta con tu relación con el dinero o desearías poder tomar mejores decisiones sobre tus finanzas?
Nuestra relación con el dinero puede ser compleja, y antes de mejorar nuestra capacidad para gestionar las finanzas, es útil entender por qué manejamos el dinero de la forma en que lo hacemos.
No cabe duda de que las mujeres a menudo pensamos de forma diferente sobre el dinero que los hombres. También tendemos a tener menos dinero, no necesariamente porque no tomemos decisiones inteligentes, sino porque quizás ganamos menos, o hemos interrumpido nuestra carrera profesional para cuidar de la familia o de nuestros padres.
Sin embargo, hay ciertos rasgos que parecen ser más comunes en las mujeres que en los hombres. No tienes que pensar como un hombre para aprovechar al máximo tu dinero (¡y a veces eso puede ser una mala idea!), pero vale la pena reflexionar sobre si tu enfoque del dinero está obteniendo los mejores resultados.
¿Eres una persona consumista?
Una investigación de la profesora Karen Pine, psicóloga que ha estudiado la relación de las mujeres con el dinero y coautora de un libro titulado ‘Ella económica’, muestra que las mujeres pueden tener más dificultades que los hombres para tomar el control del dinero. Esto no significa que no podamos tomar el control, pero según Karen Pine, preferimos evitar el problema.
¿Sueles:
Hacer compras impulsivas para animarte, incluso si no puedes permitirte el gasto? La investigación muestra que las preocupaciones económicas nos hacen más propensas a derrochar más.
Comprar algo a crédito puede tener consecuencias a largo plazo para tus finanzas, que podrías estar gestionando mucho tiempo después de que te aburras de lo que compraste. Si debes dinero en tu tarjeta y quieres pagar rápidamente, considera una tarjeta de crédito de transferencia de saldo con un periodo introductorio del 0%, para que puedas liquidar tu deuda sin que te cobren altos intereses.
Comprar ropa y zapatos que no necesitas? Muchas de nosotras admitimos tener ropa o zapatos en casa que nunca hemos usado, o lo que es peor, que ni siquiera hemos sacado las etiquetas.
Controlar tu dinero y gastarlo no son cosas mutuamente excluyentes. No se trata de privarte de lo que te gusta, sino de establecer tus prioridades y desarrollar un plan financiero. Regalarte ropa y zapatos puede ser parte de ese plan, pero también lo debe ser ahorrar.
¿Seguir pidiendo prestado con tu tarjeta de crédito? Las tarjetas de crédito no son inherentemente malas; de hecho, te ofrecen una protección al consumidor útil si las cosas van mal. Pero deben usarse con cuidado, ya que pueden inducirte a gastar dinero que no tienes.
Si te cuesta romper el ciclo de gastar dinero que no tienes y te preocupas cuando llegan las facturas, un truco es pensar en lo bien que te sentirás una vez que hayas pagado tus deudas (la zanahoria) y recordarte las consecuencias de gastar (el palo). Si piensas que te sentirás tentada, deja las tarjetas de crédito en casa cuando vayas de compras o haz equipo con alguien más que también esté pendiente de sus finanzas (como un compañero de dieta, pero para el dinero).
¿Piensas que el dinero no es importante?
No todas tenemos que convertirnos en personas que midan todo por su valor financiero para ser mejores en la gestión del dinero. Esto puede ser importante, pero no debe ser lo más relevante en tu vida. Dicho esto; el dinero sí importa.
La forma en que gestionas tu dinero puede hacer una gran diferencia en lo que puedes hacer, tanto ahora como cuando dejes de trabajar.
Algunas de nosotras tenemos una relación algo culpable con el dinero. Es como si no sintiéramos que merecemos tenerlo, por lo que no lo tratamos como una parte real de nuestras vidas. Mientras que estamos dispuestas a pasar horas eligiendo unas vacaciones o buscando un par de zapatos, preferimos no pasar media hora revisando nuestros extractos bancarios para saber exactamente adónde va nuestro dinero.
No tienes que ser un experto en gestión del dinero.
Algunas personas encuentran fácil elaborar un presupuesto y ahorrar, mientras que otras sienten que el dinero se les escapa de las manos sin darse cuenta.
No sientas que tus hábitos actuales con el dinero son los que tienes que mantener. Mejorar la gestión de tus finanzas no tiene que ser complicado, pero debes estar dispuesta a invertir algo de tiempo en hacer cambios.
¿Inviertes para tu futuro?
Algunas mujeres están muy cómodas invirtiendo su dinero en el mercado de valores, pero muchas prefieren las cuentas de ahorro o los bonos de bajo riesgo.
No hay nada de malo en ser una inversora cautelosa y tu tolerancia al riesgo es algo muy personal. Si investigas y luego decides que no es lo tuyo, está bien, pero asegúrate de no rechazar las inversiones sin investigar más sobre ellas. No tiene que ser todo o nada; puedes empezar invirtiendo pequeñas cantidades – tanto como te sientas cómoda perdiendo – hasta que te acostumbres a la idea.
Algunas, aunque no todas, las mujeres también pueden ser reacias a inmovilizar su dinero en pensiones a largo plazo. Aunque definitivamente no es una buena idea bloquear el dinero si necesitas acceso a él, no deberías rechazar las pensiones sin más, especialmente porque tus contribuciones se beneficiarán de importantes desgravaciones fiscales y las aportaciones gratuitas de los empleadores si estás cotizando en un plan de empresa. Las reglas indican que no puedes acceder a los fondos de una pensión antes de cumplir los 65 años.
Si se presentan dudas respecto de cuál es la mejor alternativa financiera, es conveniente considerar la consulta a un experto en finanzas.