Perder tu empleo puede ser increíblemente difícil, afectando tanto tu estado emocional como creando una serie de problemas prácticos, especialmente cómo vas a cubrir tus necesidades financieras.
Cuando pierdes tu fuente de ingresos, es completamente natural sentirse estresado o ansioso acerca de tu situación financiera, particularmente cuando los costos de energía, alimentos y otras facturas del hogar están aumentando. Sin embargo, si te encuentras atravesando un momento similar, es importante saber que existe apoyo disponible que puede ayudarte a retomar el control.
Aquí describimos algunos pasos clave para ayudarte a organizar tus finanzas, así como algunos lugares donde puedes acudir en busca de orientación si la necesitas.
Antes de comenzar
Es una triste realidad que las personas mayores de 50 años son las más afectadas actualmente por las redundancias, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, pero perder tu empleo o ser despedido a los 50 o más no tiene por qué significar el final del camino si deseas seguir trabajando.
Muchas personas han aprovechado las situaciones de despido para reevaluar lo que buscan en su vida laboral, aprovechando la oportunidad para renovar intereses, comenzar una nueva carrera o aprender nuevas habilidades.
Puede parecer imposible mantenerse positivo, pero hay otros trabajos y oportunidades disponibles, incluso si encontrarlos es un desafío. Podría ser un buen momento para reflexionar sobre lo que deseas en tu próximo rol y, si has recibido un pago por despido de tu empleador anterior, esto podría darte un poco de tiempo para considerar todas las opciones disponibles.
Los siguientes consejos pueden ayudarte a obtener una visión clara de tus finanzas y a planificar tus próximos pasos.
Comprende tu situación financiera
Tu situación financiera podría hacer una gran diferencia en lo que decidas hacer a continuación, por lo que tener un control exacto de lo que entra y sale de tu cuenta bancaria puede ayudarte a sentirte más seguro.
Comienza haciendo una lista de todos tus gastos mensuales, con las cantidades exactas para cosas como el alquiler o los pagos de la hipoteca, pagos de deudas y facturas de teléfono móvil, y con una cantidad estimada para cosas como la compra de alimentos y los costos de transporte. Es posible que tengas una cantidad fija que salga de tu cuenta para las facturas de energía en este momento, pero lamentablemente, con el aumento del costo de la energía, esto aumentará cuando finalice tu contrato. Sin embargo, puede ser útil obtener una visión general de tus gastos mensuales utilizando las aplicaciones de banca en línea para ayudarte a crear tu tablero de comando.
Una vez que hayas hecho esto, tendrás una idea de cuánto dinero estás gastando actualmente cada mes y podrás comenzar a planificar cómo avanzar.
Revisa tu presupuesto
Casi todos podríamos beneficiarnos de revisar nuestro presupuesto de vez en cuando. Por lo que, si al ver tus finanzas sientes que necesitas reducir gastos mientras no estás trabajando, entonces hacer un estudio presupuestario y seguirlo puede ser una manera útil de ahorrar dinero.
Para comenzar, revisa tu lista y resalta algunas áreas en las que podrías recortar o encontrar opciones más económicas si lo necesitas. Por ejemplo, ¿podrías optar por marcas propias del supermercado cuando vayas a comprar o cambiarte a un contrato de teléfono móvil más barato? Aunque pueden parecer ajustes pequeños, a menudo pueden sumar grandes ahorros.
Verifica si tienes protección de ingresos
Es fácil olvidar las pólizas de protección que has contratado hace varios años, pero si has perdido tu empleo, verifica si tienes algún seguro de protección que te cubra por despido o pérdida de ingresos.
Por ejemplo, podrías tener una póliza de accidente, enfermedad y/o desempleo que podría cubrir una parte de tus ingresos mientras te recuperas.
Reclama los beneficios a los que tienes derecho
Si has perdido tu empleo, podrías tener derecho a varios beneficios. Mientras que algunas personas pueden encontrar difícil aceptar que necesitan reclamar subvenciones, el propósito de estos es ayudarte en los momentos más difíciles, por lo que si necesitas ayuda, es esencial obtener el apoyo al que tienes derecho.
Obtén ayuda con tu hipoteca o alquiler
Pagar la hipoteca o el alquiler es probablemente el gasto más grande que tienes cada mes, por lo que si crees que podrías tener dificultades con tus pagos mensuales, es mejor no esperar hasta haber incumplido o haber perdido un pago para buscar ayuda.
Contacta con tu arrendador o prestamista hipotecario y explícale tu situación. Al informar con anticipación, podrías llegar a un acuerdo de pago alternativo, como distribuir los pagos en otros meses una vez que hayas encontrado trabajo nuevamente.
Verifica si puedes reclamar un reembolso de impuestos
Si perdiste tu empleo o fuiste despedido en el transcurso del año fiscal, podrías tener derecho a un reembolso de impuestos. El impuesto se calcula según la estimación de tus ingresos anuales, por lo que si terminaste ganando menos de lo inicialmente previsto, podrías recuperar dinero.
Toma el control de tus deudas
Si tienes alguna deuda que has estado pagando y el flujo de ingresos se detuvo, es importante no ignorarlas. Hay algunos pasos que puedes seguir para mantenerlas bajo control:
Prioriza las deudas sobre el ahorro
Aprovecha los programas gubernamentales
Sé proactivo