El gasto en pensiones contributivas alcanzó un nuevo récord en agosto de 2024, situándose en 12.828,7 millones de euros, lo que representó un 6,5% más que en el mismo mes del año anterior, según datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Este incremento reflejó tanto la subida de las pensiones como la evolución demográfica del país.
Composición del gasto en pensiones
De los 12.828,7 millones de euros destinados a las pensiones contributivas, la mayor parte, el 73,1%, correspondió a las pensiones de jubilación, que supusieron un desembolso de 9.378,6 millones de euros. A las pensiones de viudedad se destinaron 2.110,9 millones de euros, mientras que la nómina de las prestaciones por incapacidad permanente ascendió a 1.133,2 millones de euros. Las pensiones de orfandad recibieron 171,8 millones de euros, y las prestaciones en favor de familiares, 34,3 millones de euros.
En cuanto al número de pensiones contributivas abonadas en agosto, se registraron 10,2 millones, de las cuales 6,5 millones correspondían a jubilaciones, 2,4 millones a viudedad, 974.169 a incapacidad permanente, 341.987 a orfandad y 46.196 a prestaciones en favor de familiares.
Aumento de la pensión media
La pensión media del sistema se situó en 1.256,7 euros al mes en agosto de 2024, lo que supuso un incremento del 5,1% con respecto al mismo mes del año anterior. Este promedio incluyó todas las categorías de pensiones, como jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y las prestaciones en favor de familiares.
La pensión media de jubilación, en particular, ascendió a 1.444,3 euros. Sin embargo, existían diferencias significativas según el régimen de cotización. Por ejemplo, la pensión media en el Régimen General fue de 1.602,8 euros, mientras que los autónomos recibieron una media de 964,2 euros. En regímenes especiales, como el de Minería del Carbón, la pensión media alcanzó los 2.805,2 euros, y en el Régimen del Mar, 1.600,1 euros.
Reducción de las jubilaciones anticipadas y aumento de las demoradas
Uno de los datos más relevantes del año fue la disminución de las jubilaciones anticipadas, que en los primeros siete meses de 2024 representaron menos del 30% de las nuevas altas, frente al 40% que suponían en 2019. Durante ese periodo, solo el 28,5% de las nuevas jubilaciones fueron anticipadas, mientras que el 71,5% de los jubilados accedieron a la pensión con la edad ordinaria.
Además, creció el número de jubilaciones demoradas, que representaron un 9,9% de las nuevas altas, casi duplicando la cifra de 2019, cuando solo alcanzaban el 4,8%. Esta tendencia estuvo relacionada con los nuevos incentivos a la jubilación demorada introducidos en 2022.
Reducción de la brecha de género en las pensiones
En agosto de 2024, un total de 820.219 pensiones incluyeron el complemento para la reducción de la brecha de género, de las cuales un 89,4% pertenecían a mujeres. Este complemento buscaba corregir las diferencias salariales históricas entre hombres y mujeres, y su cuantía mensual promedio fue de 70,5 euros. La mayoría de las personas beneficiadas por este complemento tenían dos hijos, seguidas de quienes tenían un hijo, tres hijos o más.
Clases Pasivas
Por su parte, la nómina mensual de las pensiones de Clases Pasivas alcanzó los 1.575,4 millones de euros en julio, con un aumento interanual del 7,1%. En total, el número de pensiones de Clases Pasivas en vigor fue de 710.914, lo que representó un incremento de 15.190 pensiones respecto al año anterior.
Conclusión
El sistema de pensiones en España continúa experimentando un crecimiento sostenido en el gasto debido al envejecimiento de la población y las revalorizaciones de las prestaciones. A pesar de los retos económicos, las pensiones han mantenido su poder adquisitivo, y el sistema ha ido adaptándose a nuevas tendencias, como la disminución de las jubilaciones anticipadas y el aumento de las demoradas, lo que refleja un esfuerzo por garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo.