Al elegir un seguro, es esencial prestar atención a la cláusula de renovación automática.
En este artículo, te explicaremos qué implica esta cláusula, por qué es crucial estar al tanto de ella y te proporcionaremos recomendaciones para evitar que se renueve un seguro que ya no deseas sin que te des cuenta. Nuestra intención es guiarte en la gestión de tus pólizas, ayudándote a cancelar aquellos que ya no son útiles para ti, garantizando que el proceso se realice sin complicaciones administrativas que puedan dar lugar a una renovación automática no deseada.
¿En qué consiste la cláusula de renovación automática de seguros?
La cláusula de renovación automática es una disposición común que se encuentra en la mayoría de los contratos de seguros. Según ésta, el seguro se renovará de forma automática al finalizar el período de cobertura actual, que no puede exceder de un año según la normativa, a menos que el asegurado indique explícitamente que desea cancelarlo.
Ofrece beneficios a los asegurados, ya que garantiza que su cobertura se mantenga vigente sin interrupciones. Sin embargo, también puede presentar desventajas para quienes deseen cambiar de aseguradora o que ya no requieran el seguro.
Para las compañías, la renovación automática es ventajosa, ya que muchos asegurados no recuerdan la fecha límite para notificar su deseo de no renovar, resultando en una renovación automática por un año adicional.
Si tu póliza incluye esta cláusula, es fundamental que verifiques la fecha de renovación y que te pongas en contacto con la aseguradora si deseas cancelar o modificar tu póliza. Es recomendable hacerlo con suficiente antelación para evitar cargos adicionales o problemas de cobertura. Además, es conveniente solicitar un comprobante por escrito de la cancelación para tener un registro formal.
Aspectos a tener en cuenta sobre la renovación automática de pólizas de seguros
Cuando tu seguro incluye una cláusula de renovación automática, hay varios factores que debes considerar:
Revisa con anticipación si deseas cambiar de seguro Es probable que encuentres mejores opciones en el mercado o que tus necesidades hayan cambiado, requiriendo un seguro con coberturas más amplias. Muchas personas contratan un seguro y olvidan las condiciones establecidas. Cuando llega el momento de realizar una reclamación, se percatan de que carecen de algunas coberturas necesarias. Por ello, es recomendable revisar tu póliza de manera periódica para asegurarse de que se ajusta a los riesgos que enfrenta.
Evalúa la posibilidad de contratar un nuevo seguro mientras mantienes el actual En ciertos casos, aunque pueda ser más costoso, puede resultar beneficioso contratar un nuevo seguro antes de que el actual venza. Si decides cancelar la póliza vigente antes de su fecha de expiración, deberás abonar todas las primas restantes. Valora si esta situación te compensa, si sería mejor mantener ambos seguros simultáneamente, o si puedes esperar hasta un mes antes de que finalice la cobertura actual para cancelar sin inconvenientes.
Ten cuidado con las tácticas comerciales de las aseguradoras Algunas, al enterarse de que deseas cancelar tu póliza, pueden ofrecerte descuentos o incentivos para que continúes con ellos. Esta estrategia comercial está diseñada para retener clientes. Aunque esto pueda parecer una opción favorable, puede que prefieras cambiar a otra aseguradora. No siempre es sencillo desvincularse de una compañía que utiliza estrategias de persuasión eficaces. Contar con el apoyo de un corredor de seguros puede facilitarte la gestión al contratar o cancelar seguros con renovación automática.
4. Recuerda que los pagos están domiciliados y son automáticos Un error frecuente al intentar cancelar un seguro que está a punto de renovarse automáticamente es simplemente cancelar la domiciliación, esperando que así no se efectúe el cargo. Sin embargo, esto no significa que hayas cancelado el seguro y se considera un impago, ya que no has comunicado formalmente tu intención de cancelar. Evita esta práctica y asegúrate de conocer la fecha de carga de la domiciliación. Lo ideal es no esperar hasta el último momento y proceder a la cancelación un día después del penúltimo mes.