La reclamación al seguro puede ser un proceso complejo y en ocasiones prolongado, donde el usuario suele desconocer los pasos a seguir. A continuación, te explicamos cómo gestionarlo de manera efectiva.
Pasos para presentar una reclamación al seguro
El procedimiento de reclamación es similar para cualquier tipo de seguro, ya sea de hogar, de coche o de salud. Para presentar una reclamación es esencial seguir un conjunto de pasos que, dependiendo de la situación, pueden requerir explorar diversas vías de resolución.
Antes de comenzar, conviene revisar la póliza detenidamente para entender las condiciones y coberturas que se han contratado.
Contactar con la aseguradora El primer paso consiste en comunicarse con la compañía, ya sea con tu agente de seguros o con el departamento de atención al cliente, y exponer la situación detalladamente.
Presentar una reclamación o queja por escrito Si el problema no se resuelve tras el primer contacto, el siguiente paso es formalizar la reclamación por escrito. Para ello, redacta una carta explicando el caso y envíala a la aseguradora mediante correo certificado con acuse de recibo. La compañía debe responder en un plazo de 60 días. Si la reclamación no avanza, es posible recurrir al Defensor del Asegurado, una figura mencionada en la póliza, a quien se puede remitir la misma documentación enviada previamente a la aseguradora.
Acudir a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones Si ni la compañía ni el Defensor del Asegurado ofrecen una respuesta satisfactoria, se puede llevar la reclamación a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Este organismo permite presentar quejas tanto en formato papel como a través de su página web. La respuesta por parte de este organismo puede demorarse hasta cuatro meses. Es importante haber agotado previamente las vías de reclamación con la aseguradora antes de acudir a este organismo.
Vía arbitral o judicial En caso de que la aseguradora no cumpla con la resolución de la Dirección General de Seguros, existe una última opción: recurrir a la vía arbitral o judicial. Suele ser un proceso largo y puede implicar costes adicionales, ya que normalmente requiere la contratación de un abogado especializado en derecho de seguros. Por este motivo, muchos usuarios optan por la vía arbitral, que es un método extrajudicial más rápido y económico.
Procedimiento para la vía arbitral
Si decides seguir la vía arbitral, deberás presentar una solicitud en la Oficina Municipal de Atención al Consumidor. Posteriormente, se analizará si el conflicto puede resolverse mediante este procedimiento.
Se informará al consumidor si la solicitud es aceptada. En caso de serlo, este dispone de 15 días para confirmar si acepta la resolución del conflicto a través de esta vía.