En las últimas décadas, la cocina de Oriente Medio ha ganado una popularidad enorme, no sólo en Europa, sino en todo el mundo. Y no es difícil ver por qué: saludable, aromática e increíblemente diversa, está llena de sabores complejos, y cada plato es deliciosamente único. Los sabores intensos se equilibran de manera exquisita con hierbas frescas y toques de yogur, y, desde ensaladas vibrantes hasta guisos rústicos y pasteles pegajosos, hay algo para todos los gustos.
Si te gustaría conocer más sobre ella, aquí te lo contamos todo. Algunas de las recetas a continuación, como el falafel y el hummus, pueden resultar familiares, pero otras, como el koshari y el tahdig, podrían sorprenderte y encantarte. Aquí tienes 12 recetas de Oriente Medio que te inspirarán.
1. Falafel
Comencemos con uno de los aperitivos más populares y omnipresentes de Oriente Medio: el falafel. Si crees que es seco y aburrido, probablemente es porque no has probado uno bien hecho.
Cuando se prepara correctamente, estas croquetas vegetales son tan sabrosas que no sorprende que su o
rigen sea un tema tan debatido. Con una capa exterior crujiente y un centro cremoso de garbanzos o habas (o ambos), ajo y hierbas, el falafel es delicioso.
La versatilidad del falafel es otra de sus grandes cualidades: puedes comerlo en pan de pita, añadirlo a una ensalada o simplemente cubrirlo con hummus y salsa picante. Aunque se suele freír, es una excelente fuente de proteínas, rica en micronutrientes, fibra y carbohidratos complejos. Si deseas una versión más saludable, puedes hornearlo en lugar de freírlo.
2. Fattet hummus
El acompañamiento perfecto para el falafel es el hummus, un platillo que no necesita presentación. Pero si quieres probar algo más especial, puedes hacer fattet hummus.
Muy popular en Palestina, Líbano y Siria, es básicamente una versión enriquecida del hummus tradicional, ¡y es absolutamente delicioso!
Las rebanadas crujientes de pan de pita frito se cubren con capas de hummus con ajo, yogur cremoso, piñones crujientes, semillas de granada y perejil fresco, creando una combinación de sabores y texturas que deleitan el paladar. Es perfecto para mojar el falafel o simplemente disfrutarlo directamente del bol.
3. Koshari
El koshari es el plato nacional de Egipto y un aperitivo callejero muy popular. Es saludable, sabroso y utiliza ingredientes que probablemente ya tienes en casa.
A primera vista, puede parecer algo inusual: es un bol de macarrones y garbanzos mezclados con lentejas especiadas, arroz, salsa de tomate picante y cebolla frita. Pero si lo pruebas, ¡es muy probable que te enganche! Además, está lleno de proteínas y fibra, por lo que te mantiene saciado por horas.
4. Ensalada Fattoush
Si te apetece algo ligero y fresco, prueba el fattoush, una ensalada libanesa que se consume en toda la región.
Si te gustan las ensaladas con crujientes, como la César, te encantará el fattoush, ya que se acompaña con trozos de pan de pita frito.
No hay reglas estrictas en cuanto a los vegetales que debes usar; normalmente incluye los que estén de temporada, aunque la lechuga, tomates, pepinos, rábanos, cebolla verde y perejil suelen aparecer con frecuencia. El aderezo, hecho con aceite de oliva, limón, ajo, menta, sumac y, a menudo, melaza de granada, le da un sabor exótico.
5. Manakeesh
Si eres fan de los panes planos y los platos tipo pizza, tienes que probar el manakeesh.
Perfecto para el desayuno, o almuerzo, este pan se consume en Siria, Líbano, Jordania y Palestina. Se extiende la masa y luego se le añade una variedad de ingredientes.
La versión clásica lleva aceite de oliva y zaatar (una mezcla de especias hecha con sumac, tomillo y semillas de sésamo). También puedes añadir lácteos como labneh o queso feta, o carne de cordero picada, o incluso los tres a la vez.
6. Baklava
Si te gustan los postres dulces y pegajosos, el baklava puede convertirse en tu favorito.
Popular desde la época del Imperio Otomano, hoy el baklava es un postre común en Turquía, Irán y muchas otras culturas mediterráneas y árabes. Existen varias versiones: algunas usan pistachos, otras nueces, algunas miel y otras jarabe. Pero todas tienen capas de crujiente masa filo, frutos secos y jarabe dulce. Es fácil de hacer si compras la masa filo ya preparada.
7. Baba ganoush
El hummus puede ser el dip más famoso de Oriente Medio, pero si has probado el baba ganoush, sabes que puede competir por el primer lugar.
Originario de Líbano, el baba ganoush es un plato de berenjena que se consume en Siria, Palestina, Egipto, Libia y Turquía. Es rico, cremoso y con un delicioso sabor ahumado.
Para lograr ese toque, asa la berenjena y luego mezcla la pulpa con ajo, tahini, limón y aceite de oliva. Puedes añadir perejil fresco, piñones y especias como sumac o pimentón ahumado.
8. Shakshuka
El shakshuka es uno de los platos de desayuno más populares de Oriente Medio, especialmente en Turquía, Egipto e Israel.
La palabra "shakshuka" significa “mezcla” y consiste en un guiso de ajo, tomate, cebolla, pimientos y especias como comino y pimentón, en el que se cuecen huevos.
9. Kofta a la parrilla
Las koftas son otro plato muy apreciado. "Kofta" viene de "kefta", que significa carne picada en persa, y puedes hacerlas con carne, pescado o incluso vegetales.
Lo más común es hacerlas de cordero, ternera o pollo, mezclando la carne con cebolla, perejil, ajo y especias como sumac, nuez moscada, comino y cardamomo.
10. Tahdig
Este es el nombre de un arroz crujiente persa. Llamado "tahdig", que significa “fondo de la olla” en farsi, es un plato que se consume en todo Irán.
Este arroz se cocina en una olla bien tapada hasta que la capa inferior queda crujiente y dorada, mientras que las capas superiores permanecen esponjosas. Una vez cocido, el arroz se voltea como si fuera un pastel.
11. Guiso de garbanzos
Uno de los mejores y más adaptables platos de Oriente Medio es el guiso de garbanzos. Entre las variaciones está el palestino de garbanzos y espinacas, conocido como "sabanekh bil hummus".
Es considerado un alimento reconfortante, económico, saciante y absolutamente delicioso. El ajo, la pimienta y el cilantro le aportan un toque aromático y las sobras saben aún mejor al día siguiente.
12. Knafeh
Otro plato de origen palestino, el knafeh, es ideal si tienes debilidad por los postres.
El knafeh se elabora con una especie de pasta de hilos bañada en jarabe, rellena de queso y cubierta con pistachos picados y un toque de agua de azahar. Aunque suena peculiar, ¡es delicioso!
Reflexiones finales...
Ya sea que te gusten los postres dulces, los platillos salados, los guisos sustanciosos, las ensaladas frescas o los kebabs, la comida de Oriente Medio tiene algo para cada paladar. Su versatilidad hace que se pueda disfrutar durante todo el año: en los días cálidos, las ensaladas aromáticas son perfectas, y en invierno, los platos más contundentes ofrecen confort.
Gracias al uso de hierbas frescas, especias y alimentos nutritivos como los garbanzos, la cocina de Oriente Medio es además saludable, nutritiva y beneficiosa para el sistema inmunológico.