Escandinavia puede no ser tan conocida por su gastronomía como otras partes de Europa, pero eso no significa que su cocina no sea igualmente deliciosa y diversa. La comida en Suecia, Noruega y Dinamarca es natural, sencilla y honesta, y muchas recetas se remontan a los tiempos vikingos.
Desde las albóndigas suecas hasta los smörgåsbords y los pasteles dulces, hay algo para todos los paladares. Así que, si te interesa aprender más sobre los sabores de esta parte única del norte de Europa, aquí tienes ocho recetas para inspirarte.

1. Smörgås
Uno de los platos más famosos de la cocina escandinava es el smörgåsbord, una comida estilo buffet que incluye varios platos fríos y calientes. El más importante es el smörgås, que en sueco significa "bocadillo".
Sin embargo, un smörgås no es un bocadillo común; es abierto, generalmente hecho con pan de centeno y cubierto con ingredientes como pescado fresco, carne, queso, ensaladas, paté y salsas.
Hacer un smörgås es muy sencillo: basta con untar mantequilla en el pan o la tostada y añadir los ingredientes que desees. Elegir qué poner en él ofrece una gran oportunidad para ser creativo en la cocina.
Existen infinitas recetas de smörgås, la mayoría con ingredientes clásicos escandinavos como arenque en escabeche, salmón ahumado, eneldo, ensalada de patata, remolacha y alcaparras. Un buen smörgås siempre debe tener algo crujiente, así que añadir encurtidos, cebolla cruda, pepino y rábanos es una buena idea.
2. Albóndigas
Gracias a la popularidad de algunos comercios escandinavos, el aporte culinario más famoso de Suecia es probablemente la albóndiga, conocida como köttbullar. Se comen en toda Escandinavia, aunque hay diferencias clave según el país.
Los suecos suelen hacer albóndigas con una mezcla de carne de cerdo y vacuno, mientras que en Dinamarca es más común usar cerdo y ternera. Además, las suecas son generalmente pequeñas, mientras que las noruegas tienden a ser mucho más grandes.
Hemos seleccionado un plato de köttbullar suecas, donde las se cocinan en una salsa cremosa y se suelen acompañar con patatas, ya sean hervidas o en puré, y con mermelada de lingonberry.
Los lingonberries son similares a los arándanos, y aunque probablemente no encuentres las bayas frescas en tu supermercado habitual, la mermelada de lingonberry está disponible en muchos comercios.
3. Gravadlax
El salmón ahumado es uno de los primeros platos que vienen a la mente cuando se piensa en la comida escandinava, y el gravadlax es especialmente popular.
Sse come en todos los países nórdicos, y tiene una historia fascinante. Significa "salmón enterrado" en sueco, y hace referencia a la época en que el pescado se salaba, se cubría con eneldo y se enterraba en el suelo para preservarlo durante el invierno. El peso de la tierra hacía que la sal penetrara en el pescado, dándole su textura característica.
Afortunadamente, hoy no es necesario cavar un hoyo para disfrutar del gravadlax, ya que se puede hacer fácilmente en la cocina. Basta con frotar el salmón con azúcar, sal, pimienta y eneldo, colocar un plato sobre el pescado y poner algo pesado encima. Luego, se deja en la nevera para que los sabores se impregnen.
En Suecia, el gravadlax se sirve con una salsa de mostaza y eneldo, aunque también va muy bien con pan de centeno tostado o ensalada.
4. Brunkål
Brunkål significa "col marrón" en sueco, y aunque el nombre pueda no sonar muy apetecible, es un plato sencillo y delicioso que se considera comida reconfortante en muchos países nórdicos.
Originaria de Skåne, en el sur de Suecia, el brunkål se suele comer en Navidad, aunque se puede disfrutar en cualquier época del año.
Tradicionalmente, la col se cocinaba en el caldo sobrante del jamón hervido, pero hoy en día se prepara más comúnmente con caldo de verduras o agua, para que sea apta para vegetarianos.
Basta con cocinar la col en mantequilla hasta que comience a dorarse, añadir sirope de oro o azúcar, caldo y semillas de alcaravea, y hornear en el horno hasta que adquiera un rico color marrón.
5. Sveler
Si te gustan los pancakes, quizá quieras probar los sveler, unos pancakes noruegos que se sirven tradicionalmente en los cafés de los ferris a lo largo de la costa oeste.
Los pancakes –o pannekaker– están profundamente arraigados en la cultura noruega. Se consideran un clásico de la comida de la granja, donde todos los ingredientes se obtienen de las explotaciones locales: huevos de las gallinas, leche de las vacas y grano de los campos.
Los sveler son más finos que los pancakes americanos, pero más gruesos que los crepes. Tienen un sabor delicado a huevo, pero también son consistentes y pueden funcionar como merienda, postre o desayuno.
La clave para cocinar los sveler perfectos es un ingrediente noruego tradicional para leudar, pero se puede sustituir por levadura química. Se sirven calientes y se cubren con crema agria y mermelada de lingonberry.
6. Ensalada de arenque
El arenque es el pescado más consumido en Escandinavia, que suele comerse en escabeche, aunque también se ahuma y se fríe. El arenque escandinavo en escabeche es menos fuerte que otras variedades, ya que la salmuera es más dulce.
En Dinamarca, ningún smörgåsbord está completo sin un plato de sillsallad, que es una ensalada de arenque y remolacha.
Hacer una ensalada de arenque danesa es sencillo: se cortan en trozos pequeños remolacha, arenque, patatas y manzanas, y se añaden pepinillos, cebolla y eneldo. Si se desea, se puede añadir yogur o salsa de ensalada y un chorrito de vinagre.
7. Smörgåstårta
Si te gustan los bocadillos y no te basta con hacer un smörgås, ¿por qué no llevarlo al siguiente nivel y hacer un smörgåstårta?
El smörgåstårta es un pastel de bocadillo sueco que se suele comer en celebraciones como el Midsommar, cumpleaños y bodas. Si tienes invitados y quieres impresionarlos con un plato espectacular, este es el indicado.
Un smörgåstårta suele consistir en capas de pan blanco cubierto con una "glaseado" salado hecho de queso crema, mayonesa, crema agria y eneldo fresco. Las capas interiores contienen ingredientes como paté, salmón ahumado, ensalada de huevo, rabanitos, tomates, pepinillos y rábano picante.
8. Wienerbrød
Si tienes debilidad por lo dulce, ¿por qué no preparas uno de los manjares más deliciosos y extravagantes de la repostería escandinava?
El Wienerbrød es más conocido como el pastel danés y se come en todo el mundo, pero es especialmente popular en su país de origen. Fueron creados por panaderos austríacos en Dinamarca en la década de 1850, y el nombre Wienerbrød significa literalmente "pan vienés".
El sello distintivo es el dulce glaseado y la masa dorada, que se dobla en capas. Las coberturas más populares incluyen mermelada, crema pastelera, albaricoques, cerezas y almendras laminadas o pacanas.
