Todos conocemos los beneficios de hacer ejercicio. Puede mejorar nuestro estado de ánimo, prevenir el aumento de peso y fortalecer nuestro sistema inmunológico para ayudarnos a evitar enfermedades.
Sin embargo, con el frío y los días más cortos y oscuros, resulta más tentador quedarse en casa, y es posible que te cueste encontrar la motivación para hacer ejercicio durante los meses de invierno. Por eso, puede ser útil planificar cómo cuidar de ti mismo durante la temporada fría.
Dicho esto, ¿por qué no pruebas estos cinco consejos para mantenerte en forma y saludable este invierno?
1. Haz ejercicio en casa
Si no te apetece hacer ejercicio al aire libre o no tienes ganas de caminar o conducir hasta el gimnasio, podrías considerar hacer ejercicio en casa. Muchas personas entrenan en casa durante todo el año simplemente porque disfrutan ejercitándose en la comodidad de su hogar.
No sólo ahorrarás tiempo al no tener que desplazarte al gimnasio ni vestirte con varias capas para salir, sino que también te ayudará a ahorrar costes.
Si te cuesta encontrar motivación, una de las mejores maneras de empezar es comprometerte a realizar 10 minutos de actividad física al día. Como con cualquier tarea, si el comienzo te parece complicado, puede ayudarte dividirlo en pequeñas partes manejables. Puedes encontrar rutinas de ejercicios de 10 minutos sin equipamiento que son un excelente punto de partida para cualquier nivel de forma física.
Si buscas un reto mayor, vale la pena echar un vistazo a rutinas más largas o complejas en línea. Hay disponibles vídeos de ejercicios para principiantes que abarcan desde la danza del vientre y aeróbic hasta Pilates, así que te conviene explorar tus opciones hasta encontrar algo que te guste.
También existen artículos que sugieren formas divertidas y gratuitas de activar el cuerpo desde casa. Por ejemplo, incorporar ejercicio en las tareas del hogar o probar actividades como saltar la cuerda o hula-hoop.
2. Asegúrate de consumir lo necesario
Para que tu sistema inmunológico funcione lo mejor posible durante el invierno, es importante que recibas todas las vitaminas y nutrientes que tu cuerpo necesita. Es posible obtener casi todos a través de tus comidas si llevas una dieta saludable y equilibrada.
Niveles adecuados de las siguientes vitaminas se asocian frecuentemente con un sistema inmunológico fuerte:
Vitamina B6: fuentes recomendadas incluyen leche, pescado, huevos y pan.
Vitamina C: se encuentra en cítricos, patatas y brócoli.
Vitamina E: buenas fuentes incluyen aceites vegetales, frutos secos y semillas.
Zinc: presente en la carne, mariscos y productos lácteos.
Recuerda que, aunque estas vitaminas ayudan a reforzar el sistema inmunológico, hay muchas otras igualmente importantes para tu bienestar general.
3. Aprovecha los descansos del mediodía para ejercitarte
En invierno, muchas personas se enfrentan a la oscuridad tanto cuando salen de casa por la mañana como cuando regresan por la tarde. Si este es tu caso, vale la pena pensar en hacer ejercicio durante la hora del almuerzo, cuando aún hay luz y tienes más energía.
Podrías encontrar útil unirte a una clase estructurada. Muchos gimnasios ofrecen clases al mediodía, así que podrías investigar cuáles están más cerca de tu hogar o lugar de trabajo.
Alternativamente, podrías salir a caminar rápido o correr. Tal vez incluso tengas un compañero de trabajo que quiera acompañarte, lo que puede ayudar a mantenerse motivados mutuamente.
4. Evita los resfriados invernales
Ponerse enfermo en invierno es común, y una de las mejores maneras de protegerte es mantener una buena higiene, especialmente en las manos. Esto es especialmente importante antes de comer o después de haber estado en un lugar público, como en el transporte público o en el gimnasio.
Además, puede ser útil llevar un pequeño bote de desinfectante de manos para las ocasiones en que no haya instalaciones disponibles para lavarte.
5. Abrígate bien y sal al aire libre
Si bien hacer ejercicio en casa es una excelente opción para algunas personas, para otras no hay nada como salir a tomar aire fresco. En invierno, siempre que te abrigues bien, caminar, correr o andar en bicicleta son fantásticas maneras de mantenerse en forma y activar las endorfinas.
De hecho, algunos estudios sugieren que hacer ejercicio en condiciones más frías puede ser incluso más beneficioso. Tu cuerpo tiene que esforzarse más para regular la temperatura central, lo que significa que tu entrenamiento en invierno te hará quemar más calorías.
Hacer ejercicio al aire libre también puede fortalecer el corazón, ya que este debe trabajar más para bombear sangre por el cuerpo.
Conclusiones
Es normal que nos cueste más levantarnos de la cama y hacer ejercicio en las frías mañanas de invierno. Sin embargo, si te sientes especialmente decaído esta temporada, hasta el punto de que te cuesta llevar a cabo tu rutina diaria, es posible que haya algo más en juego.
Algunas personas padecen un trastorno conocido como "trastorno afectivo estacional" durante los meses de invierno, y experimentan síntomas similares a los de la depresión. Esto puede incluir un estado de ánimo persistentemente bajo, pérdida de placer en actividades cotidianas y sentimientos de culpa o desesperanza.
Si experimentas estos síntomas, o cualquiera de los que figuran en fuentes de salud confiables, y te cuesta lidiar con ellos, es recomendable que hables con tu médico.