Generalmente, nuestros padres nos crían y se encargan de todo cuando somos pequeños, así que asumir el cuidado de ellos en la edad adulta puede llegar a ser un cambio difícil. Es duro ver a nuestros padres, quienes fueron figuras fuertes y de autoridad, volverse vulnerables o dependientes.
Pero, aunque cuidar de padres mayores puede presentar desafíos, también tiene muchos beneficios. A continuación, cubriremos algunos de ellos, además de escuchar la experiencia de Elena, quien es miembro de una comunidad de apoyo y cuida de su madre de 81 años a tiempo completo.
Elena, de 52 años, es cuidadora a tiempo completo de su madre de 81 años
Elena ha sido cuidadora de su madre de 81 años durante los últimos cinco años. Tiene un hijo de 25 años, un nieto de tres años y trabaja en redes sociales como moderadora bilingüe.
Nos contó cómo es compaginar su trabajo con ser cuidadora a tiempo completo de su madre, y compartió algunos de los muchos beneficios que ha experimentado mientras realiza esta tarea.
Explicó que su vida se ha enriquecido mucho gracias a su madre, y que ambas se brindan compañía y consuelo mutuos.
Como madre e hija, han pasado por muchas cosas juntas, lo que ha fortalecido su relación y las ha convertido casi en amigas.
Elena dice: “Me siento bendecida por el amor y la amistad que tengo de mi madre. He tenido que hacer ciertos sacrificios para ser cuidadora a tiempo completo, pero ver a mi madre feliz y contenta lo hace todo valer la pena.”
Conoceremos más sobre su experiencia a lo largo del artículo.
7 beneficios de cuidar de tus padres
Desde ganar un sentido de propósito y mejorar la salud, hasta permitir que un padre mayor se sienta cómodo en casa, cuidar de tus padres trae muchos beneficios. Por ejemplo:
1. Cuidar de tus padres puede darte un sentido de propósito
Si alguna vez has sentido que simplemente navegas por la vida sin hacer una diferencia, es posible que aún no hayas encontrado tu propósito, o que estés en busca de uno nuevo.
Aunque es un desafío a veces, el cuidado es uno de los trabajos más gratificantes. Es difícil sentir que no tienes un propósito cuando alguien depende de ti y sabes que mejoras su calidad de vida cada día.
Además, cuidar de los demás crea un sentido de pertenencia y reduce los sentimientos de aislamiento. Este sentido de propósito puede ser aún más fuerte cuando cuidas de alguien cercano a ti.
Cuidar de un padre mayor también puede ayudar a restaurar algo de propósito en su vida. Cuando las personas ya no pueden hacer lo que solían amar o deben depender de otros para tareas cotidianas, pueden sentir que han perdido su identidad o que son una carga para sus seres queridos.
Pero que un hijo decida dedicar su tiempo a cuidarles puede ser un recordatorio fuerte de que son valorados y amados. Esto puede ser una poderosa forma de hacer que los mayores miren hacia adelante con esperanza.
Elena dice: “Saber que mi madre está cómoda y que le estoy proporcionando todo lo que necesita me da un gran sentido de propósito.
Sin embargo, es importante cuidar de uno mismo también. Por ejemplo, voy a nadar una vez a la semana y, si tengo algo de tiempo libre, me gusta salir a caminar o visitar lugares como la bahía o el castillo para disfrutar de la fotografía.”
2. Cuidar de tus padres les permite seguir viviendo en casa o contigo
Un gran beneficio de cuidar de padres mayores es que les permite seguir viviendo fuera de una residencia, ya sea en su propia casa o mudándose contigo.
Investigaciones muestran que el cuidado en casa ayuda a preservar la autoestima, la dignidad y la confianza, elementos esenciales para la felicidad y el bienestar. Esto puede empoderar a los adultos mayores a seguir haciendo cosas por sí mismos, sabiendo que tienen ayuda si la necesitan.
Vivir en casa también contribuye a resolver otros problemas, como qué hacer con las mascotas al mudarse a una residencia, donde en la mayoría de los casos no se permiten animales.
Elena dice: “Creo que el mayor beneficio de ser cuidadora de un padre es la satisfacción de saber que mi madre recibe un cuidado excelente, imposible de igualar en una residencia, con esos toques personales que ella aprecia. No soy solo su hija, soy su compañera.
Las residencias son ideales para quienes las necesitan; por ejemplo, mi padre vivió en una residencia durante dos años porque necesitaba cuidados paliativos después de un ictus, algo que no podía darle. Pero, para mi madre, afortunadamente, no se necesita ayuda extra aún, así que puedo estar ahí para bañarla, vestirla y masajear las piernas doloridas. Disfruta de la independencia de vivir conmigo.”
3. Cuidar de tus padres proporciona un sentido de comodidad y familiaridad
Acostumbrarse a que alguien cuide de tus necesidades personales puede ser difícil, especialmente para quienes han sido independientes toda su vida. Sin embargo, tener un miembro de la familia como cuidador en lugar de un extraño puede reducir la ansiedad en situaciones delicadas, como el aseo o vestirse.
Elena dice: “Mi madre tiene diferentes dolores y molestias, y hay ciertos alimentos que no tolera. Me encanta cocinar para ella y preparar esos platos tradicionales que tanto le gustan. La visto, le pongo un poco de perfume cada día y me aseguro de que tenga plantillas térmicas en sus zapatos para que no se le enfríen los pies.
Cuidarla me da un gran placer. Aún tiene mucho ingenio y un gran sentido del humor, y estar con ella nos da consuelo a ambas.”
4. Cuidar de tus padres puede mejorar la salud física y mental
El cuidado proporciona compañía y conexión, lo cual es fundamental para mejorar tanto la salud física como la mental de una persona mayor.
La soledad y el aislamiento social se han relacionado con un mayor riesgo de padecer diversas condiciones de salud, como presión arterial alta, enfermedades del corazón, deterioro cognitivo, depresión y un sistema inmunológico debilitado. Por ejemplo, estudios han encontrado que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de demencia hasta en un 50%.
Elena dice: “Cuidar de mi madre no solo es bueno para mi salud mental, sino también para la suya. Soy una mujer muy feliz cuidando de mi madre. Tenemos una actitud mental positiva y nos reímos mucho juntas.”
5. Cuidar de tus padres te permite pasar tiempo de calidad juntos
Cuidar de un padre mayor te da el regalo de pasar tiempo de calidad juntos. Si estás acostumbrado a llamadas diarias o semanales, o a visitas anuales que duran solo unos días, el cuidado de un padre mayor puede ayudarte a fortalecer el vínculo.
Elena dice: “Nos encanta salir de paseo. Cuando hace buen día, salimos en coche y exploramos algún sitio diferente o visitamos a mi hijo, nuera y nieto. Si quiere ir al mercado, hacemos todo un día de salida, tomando un café y disfrutando del momento.”
6. Cuidar de tus padres te da la oportunidad de devolverles lo que te han dado
Cuidar de un padre mayor es una forma de devolver algo del amor y el cuidado que ellos te brindaron.
Elena dice: “Mi madre trabajó mucho toda su vida cuidando de otros, y ahora le estoy dando lo que se merece. Algún día me encantaría llevarla de vacaciones, quizá a un sitio accesible y amigable para personas mayores.”
7. Cuidar de tus padres te da tranquilidad
Es normal preocuparse por el bienestar y la seguridad de un padre mayor, ya sea por el riesgo de caídas o por la toma de medicación.
Elena dice: “Me da tranquilidad saber que hago feliz a mi madre todos los días. Ver su sonrisa es todo lo que quiero. También da tranquilidad a mis hermanas saber que está bien cuidada.”
Reflexión final...
Cuidar de un padre mayor puede ser una de las experiencias más gratificantes.