Nos adentramos en los estudios de ocho de los pintores más destacados de la generación actual en España. Sus nombres son Miguel Marina, Mercedes Mangrané, Federico Miró, Manuel M. Romero y Blanca Gracia.
Pintar o no pintar ya no es una cuestión. Estos artistas exploran diferentes caminos dentro de un medio que, a pesar de haber sido considerado en declive, se reinventa constantemente. Ninguno de ellos supera los 35 años, la edad límite de muchas convocatorias de arte joven en las que la pintura ha dejado de ser predominante.
Algunos son puristas del lienzo, donde todo ocurre de manera orgánica, mientras otros preparan cada detalle previamente con fotografías, bocetos y herramientas digitales antes de plasmarlo en la tela.
En sus obras reflejan las experiencias de una generación nómada, que participa en residencias y convocatorias, y se enfrenta a los desafíos de una profesión marcada por la precariedad. Su producción es tan variada como ellos mismos: abstracta y figurativa, material y líquida, monocromática o colorida, sobre lienzo o en instalaciones, vídeo o escenografías.
Miguel Marina
Paisajes, monocromos y la atmósfera del estudio definen el trabajo de Miguel Marina. Sus creaciones parten de escenas cotidianas –un amanecer, un paseo, un encuentro entre amigos– que van cobrando profundidad y transformándose a medida que la pintura se seca en el lienzo. Sus tonos grises verdosos, azules y ocres resultan del comportamiento natural de los pigmentos: "No es solo una elección de color, sino de textura y efecto en un proceso de capas y veladuras". Marina pinta tanto en tela como en papel, donde la pintura fluye libremente.
Aunque el óleo es su técnica principal, en ocasiones lleva su obra más allá del lienzo, explorando con materiales como madera, mosaicos y hasta columnas de cáscaras de mandarina.
Miguel Marina (Madrid, 1989) ha participado en algunos de los concursos de arte joven más destacados de España y fue uno de los nombres destacados en la muestra "Pintura: Renovación permanente" en el Museo Patio Herreriano.
Mercedes Mangrané
La obra de Mercedes Mangrané combina lo matérico y lo sutil, a menudo en pequeño formato. “Prefiero dimensiones pequeñas, que capturen una escala humana”, comenta. Sus piezas oscilan entre la abstracción y la evocación, explorando formas arquitectónicas, urbanas y personales. Mangrané ha trabajado temas como la arquitectura, la ciudad y hasta su propio embarazo, traduciendo ecografías a composiciones abstractas. Actualmente, desarrolla una serie de pinturas y escritos sobre piezas-contenedores de museos de Barcelona, que culminará en una publicación sobre la curiosidad.
Mercedes Mangrané (Barcelona, 1988) ha expuesto en instituciones como el Museo Patio Herreriano y cuenta con una sólida trayectoria en exposiciones individuales y colectivas.
Federico Miró
Federico Miró es conocido por una minuciosidad que confunde al espectador, haciéndo dudar entre pintura y textil. A partir de fotografías, crea dibujos que luego transforma en lienzos mediante finas capas de acrílico, logrando un acabado similar a un tapiz. Su obra se ha acercado a la naturaleza, derivando hacia lo ornamental, que él considera una forma de abstracción del paisaje. El artista experimenta con la filosofía oriental y su pasión por el detalle, inspirada en parte por su tiempo en la Real Fábrica de Tapices.
Federico Miró (Málaga, 1991) ha sido reconocido en certámenes como el Premio BMW de Pintura y cuenta con varias exposiciones a nivel nacional.
Manuel M. Romero
Para Manuel M. Romero, la pintura es un reflejo de procesos temporales, donde los materiales y soportes sufren transformaciones visibles. “Mis obras describen el tiempo en un espacio concreto, un contenedor de experiencias”, explica. Su paleta monocromática, junto con su técnica de collage y mezcla de materiales, presenta una estética deliberadamente inacabada. Inspirado en la tradición pictórica de su ciudad natal, Romero encuentra referentes en figuras de la pintura moderna y contemporánea.
Manuel M. Romero (Sevilla, 1993) ha participado en múltiples exposiciones de arte joven en Andalucía y continúa ampliando su trayectoria con próximas muestras individuales.
Blanca Gracia
Blanca Gracia es una narradora visual que mezcla naturaleza, magia y poder en historias que abarcan múltiples medios: pintura, animación, teatro e instalación. La artista utiliza cuadernos de bocetos para explorar sus ideas antes de darles vida en el estudio.
Desde sus primeros cuadros hasta sus instalaciones actuales, ha ido integrando nuevas técnicas, siempre con el propósito de contar historias desde una óptica híbrida. Blanca Gracia (Madrid, 1989) ha presentado sus trabajos en salas de arte jóvenes y centros de arte contemporáneo, consolidándose como una artista multidisciplinaria.