Cuando buscas unas gafas nuevas, es fácil sentirse abrumado por la gran cantidad de opciones y estilos disponibles. Desde la forma de tu cara y el tono de tu piel hasta tu personalidad, diversos factores pueden influir en el tipo de gafas que mejor te sientan. Además, hay muchas formas divertidas de reflejar tu estilo personal a través de ellas.
Con esto en mente, te ofrecemos algunos consejos útiles para ayudarte a elegir las que mejor se adapten a tu rostro. Esperamos que los encuentres útiles.
1. Encuentra las monturas que mejor se adapten a la forma de tu rostro
La forma de tu rostro juega un papel importante en el tipo de gafas que te quedan bien, ya que ciertos estilos pueden ayudar a complementar y realzar tus rasgos.
Si no estás seguro de qué estilo elegir, empezar por considerar cómo quedarán en la forma de tu rostro es un buen punto de partida.
A continuación, te presentamos algunas de las formas de rostro más comunes…
Rostro ovalado
Es el más común. Las personas con esta forma de cara suelen tener rasgos bastante proporcionados, por lo que la mayoría de las monturas les quedan bien, lo que ofrece una amplia variedad de opciones.
Si te sientes atrevido, las monturas de gran tamaño o de estilo angular son una buena opción para los rostros ovalados. Si buscas algo más discreto, prueba unas gafas de estilo "taza de té".

Rostro redondo
Un rostro redondo tiende a ser más corto en longitud, con una frente más ancha, mejillas llenas y una línea mandibular suave.
Para complementar mejor estos rasgos más suaves, las monturas redondas son una opción popular. Sin embargo, también las monturas cuadradas, rectangulares, de ojo de gato y angulares pueden quedar bien.
Rostro en forma de corazón
Los rasgos de un rostro en forma de corazón pueden variar, pero en la mayoría de los casos, este tipo de rostro es más ancho en la frente y se va estrechando hacia el mentón.
Las monturas de aviador, de ojo de gato o redondas tienden a complementar este tipo de rostro. Las monturas semitransparentes también funcionan bien.
Rostro cuadrado
Las personas con rostro cuadrado tienden a tener una línea mandibular bien definida, y la anchura y longitud de su cara suelen estar bastante equilibradas.
Las monturas cuadradas y rectangulares tienden a complementar estos rasgos faciales. También las monturas angulares, redondeadas y de ojo de gato funcionan bien.
Rostro oblonga
Los rostros oblongos suelen caracterizarse por su longitud, siendo más largos que anchos, con una nariz estrecha. Las formas de rostro oblongas y ovaladas tienen algunas similitudes, pero no son lo mismo.
Afortunadamente, las personas con rostros oblongos suelen tener suerte a la hora de elegir gafas. Debido al equilibrio natural entre las mejillas, el mentón y la frente, los rostros oblongos suelen quedar bien con casi cualquier tipo de montura, desde las cuadradas y ovaladas hasta las de ojo de gato y aviador.
Otras consideraciones
El tamaño de tu rostro también es un aspecto importante a tener en cuenta, ya que las gafas que estén en buena proporción con tu rostro suelen ser las más favorecedoras.
Por ejemplo, las monturas que son demasiado anchas y bajan demasiado pueden abrumar a los rostros más pequeños, mientras que algunas pueden parecer demasiado pequeñas o estrechas en rostros más grandes.
Las pequeñas suelen ser aquellas con un ancho de menos de 50 mm, mientras que las más grandes suelen tener al menos 56 mm de ancho.
Si no estás seguro de qué forma o tamaño tiene tu rostro, te puede ayudar hacer algunas selfies o estudiar tu rostro frente al espejo. Algunas personas también encuentran útil imprimir una foto de sí mismos y trazar alrededor de ella, ya que esto ofrece un esquema básico de la forma de su rostro.
2. Diviértete combinando las gafas con tu personalidad
Lo que vestimos puede decir mucho sobre nuestra personalidad, y las gafas pueden ser una de las primeras cosas que la gente note de nosotros.
Ya no sólo existen las monturas negras y marrones como únicas opciones, por lo que, si eres una persona audaz o creativa, podrías optar por gafas de colores vivos o con estampados si te sientes especialmente aventurero.
Las monturas gruesas y negras también son una forma divertida de hacer una declaración para quienes prefieren evitar el color. Al igual que las gafas grandes y redondas, que transmiten originalidad y una conexión con el estilo vintage.
Por otro lado, si prefieres una apariencia más seria y profesional, colores más tradicionales como el marrón, gris, negro y dorado, y formas de montura clásicas como las rectangulares y ovaladas son una buena opción.
3. Considera para qué vas a usar tus gafas
Las personas usan gafas por diferentes razones, y esto puede influir en gran medida en el tipo de montura que mejor se adapte a ti.
Algunos necesitamos a diario, mientras que otros sólo las usamos para tareas como leer o escribir. Y, mientras que para algunos la practicidad es la prioridad, para otros el estilo y el color son lo más importante.
Otro factor importante a tener en cuenta es el tipo de lentes que vas a usar. Esto se debe a que aspectos como el grosor y el peso de los cristales dependen de tu prescripción.
Las lentes de visión simple corrigen la visión a una sola distancia (por ejemplo, para miopía o hipermetropía), mientras que las lentes multifocales corrigen la visión a dos o más distancias a la vez.
Por practicidad, algunas personas también prefieren invertir en lentes de transición, que se adaptan automáticamente a las condiciones de luz cambiantes.
4. Considera qué monturas funcionarán con tu prescripción
El valor de la esfera en tu prescripción óptica también influye en el tipo de monturas que puedes elegir.
Este valor se refiere a la potencia de tus lentes (medida en unidades de dioptrías) para corregir el grado de miopía o hipermetropía que tengas. Es común que este número sea diferente para cada ojo.
Si tienes miopía, el valor será negativo, mientras que si eres hipermétrope, será positivo. Las prescripciones pueden variar desde 0,25 hasta valores más altos como 6,00, y cuanto mayor sea la prescripción, más gruesos serán los lentes necesarios.
Tanto si eres miope como hipermétrope, tu prescripción puede influir en tu elección de monturas. Si tu prescripción es alta, necesitarás lentes más gruesos y, por lo tanto, monturas más gruesas. Sin embargo, para prescripciones más bajas, puedes optar por lentes más delicadas, lo que también permite usar monturas más finas.

5. Elige un color de montura que complemente tu tono de piel y color de ojos
Decidir el color de tus monturas puede ser tan sencillo como elegir tu color favorito. Sin embargo, considerar qué colores complementan mejor tu tono de piel y color de ojos puede ayudarte a encontrar las gafas perfectas.
Tono de piel
En general, nuestra piel tiene un tono frío o cálido, y esto puede influir en qué color de monturas nos queda mejor.
Si no estás seguro de qué tono de piel tienes, un truco sencillo es hacer la prueba de la joya. Consiste en sostener dos piezas de joyería, una de oro y otra de plata, contra tu piel. Si la plata te queda mejor, tu tono es frío; si el oro te favorece más, tu tono es cálido.
Si tienes un tono frío, los colores que mejor complementan tu piel son:
Marrón
Beige
Rosa
Oro
Rojo
Blanco roto
Verde
Amarillo
Y si tienes un tono cálido, los colores que mejor te quedan son:
Negro
Gris
Rosa
Púrpura
Azul
Color de ojos
Si bien el tono de piel es el primer factor a considerar, el color de los ojos también es importante, especialmente porque son la razón por la que usas gafas en primer lugar.
Los ojos marrones suelen combinar mejor con tonos cálidos, como los dorados y verdes, mientras que los ojos verdes quedan bien con tonos terrosos y también con rosa y púrpura. Los ojos azules se ven mejor con tonos ricos en marrón y gris, que ayudan a hacer que el azul resalte más.
6. Si tienes dudas, elige las gafas que más te atraigan
Por último, aunque todos los consejos anteriores pueden ser útiles a la hora de elegir tus gafas, está bien mantener las cosas simples y optar por el par que más te atraiga.
De hecho, este es uno de los consejos más importantes a la hora de elegir gafas. No te preocupes si parecen demasiado grandes, si son un poco más brillantes de lo que normalmente elegirías, o si tienen una forma que nunca pensaste que te quedaría bien. Póntelas, mírate al espejo y verás cómo te sientes.
Recuerda, aunque podemos divertirnos mucho combinando las gafas con la forma de nuestro rostro, el tono de piel y la personalidad, lo más importante es cómo te hacen sentir. Al final, el par de gafas adecuado para ti te hará sentir feliz, seguro y listo para afrontar el día.