En mayo de 1997 el programa Deep Blue vencía al Campeón del Mundo de ajedrez Gary Kasparov. La máquina derrotaba al hombre.
En los años 20 del siglo pasado, Leonardo Torres Quevedo, el genial inventor español, diseña el primer artefacto electromecánico que juega al ajedrez sin intervención humana (daba mate de torre y rey frente a rey). Tras la Segunda Guerra Mundial, Alan Turing confecciona un programa para jugar al ajedrez. Los jugadores soviéticos comprenden la fuerza de los ordenadores para su preparación y dominan el ajedrez hasta finales de siglo.
La explosión de Internet, a comienzos del siglo XXI, lanza al ajedrez a un nivel nunca alcanzado. Módulos de análisis, capaces de calcular 15 o 20 jugadas completas. Bases de datos, almacenando millones de partidas. Plataformas de juego, que posibilitan la creación de múltiples partidas con jugadores de todo el mundo.
A pesar de eso, no se ha conseguido resolver todavía la partida perfecta ni con la potencia de los actuales ordenadores. Se calcula que hay 10 elevado a 120 posiciones diferentes que se pueden dar en una partida de ajedrez. Unas cifras que se escapan a la comprensión humana y, por ahora, a las de las más modernas computadoras.
Todas estas técnicas permiten la aparición de los clubs virtuales de ajedrez; comunidades de jugadores y estudiantes agrupados en torno al ajedrez, salvando las barreras de la distancia y aprovechando las herramientas que constantemente van apareciendo en el mundo online.
¡Juega al Ajedrez desde donde quieras!, y descubrirás como este juego mejora la memoria, fomenta la concentración, promueve el pensamiento lógico, desarrolla la imaginación y la creatividad, aprendes a superarte y sobre todo... ¡Socializas!
"Cada decisión que tomas es una jugada que define tu futuro."